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La «Conciencia», vista actualmente por la ciencia

Evidencias científicas sobre la continuidad de la «Conciencia».

Una ponencia sobre qué es lo que se está haciendo, investigando, hoy día en el ámbito de la «ciencia de la conciencia».

Las investigaciones indican que no es el cerebro el que genera la «Conciencia», sino que, por el contrario, es el nivel de conciencia del individuo el que determina qué partes del cerebro van a ser activadas (A. MARQUIER)

La ciencia oficial cree que son las conexiones neurológicas las que han creado la «Conciencia». Sin embargo, existen evidencias científicas que nos indican que además de nuestra conciencia neuronal (conciencia local), tenemos otra «Conciencia» que perdura más allá de la muerte física, una «Conciencia no-local» (cuya razón de ser no es posible explicar con el método científico tradicional pero sí mediante la física cuántica moderna) que tiene continuidad fuera de nuestro cuerpo y que permanece a pesar de nuestra muerte física. Es una «Conciencia» que no tiene ni principio ni fin, es eterna, omnisciente, omnipotente, omnipresente y en su periplo puede atravesar por múltiples existencias.

Existe evidencia científica que sitúa la «Conciencia» independiente del cerebro, en el momento de la muerte o inmediatamente después, lo que podría explicar las experiencias de muerte temporal (EMT) producidas por paro cardíaco, donde las funciones cerebrales quedan interrumpidas, de tal forma que la «consciencia neuronal o local» no existiría (Fenwick, 2015), y sin embargo los testimonios claramente probados, atestiguan que hay «Conciencia» pues pueden dar detalles de lo que estaba ocurriendo a su alrededor durante ese lapso de tiempo de “muerte temporal”.

  • En el ser humano, en cada uno de nosotros, existe, pues, una conciencia neuronal o local y una «conciencia no-local» o «supraconciencia».
  • Cuando morimos desaparece la conciencia neuronal o local, pero persiste esta otra conciencia (llamada no-local o supraconciencia)
  • La conciencia no-local o supraconciencia está por encima de la conciencia neuronal.

Una vieja conocida, un algo/alguien que nos habita, esencia que deja notar su presencia, un suave susurro íntimo evanescente, intuición ancestral sobre la realidad más íntima que nos constituye, un centro que nos unifica, una verdad inquietante en pos de la cual han ido pensadores, investigadores, sabios y filósofos de todos los tiempos, un núcleo buscado y descrito por las grandes tradiciones sapienciales y espirituales… se la ha denominado de diversas formas: «Alma», «Psique», «Mente», «Espíritu», «Ser», «Conciencia». Tenemos «consciencia» (consciencia neuronal) y «Conciencia», dos dimensiones que nos dotan de humanidad. Conviene distinguir, pues, entre estas dos dimensiones: «consciencia» de base neuronal y «Conciencia». A efectos expositivos Conciencia / alma / supraconciencia vamos a considerarlos como sinónimos (Conciencia = Alma = Supraconciencia).

Alma / Mente / Conciencia… Es muy antigua la pregunta sobre qué es el ser humano y de qué consta. ¿Será espíritu o materia, alma o cuerpo? ¿O es una realidad de dos dimensiones? Si es alma y cuerpo, espíritu y materia ¿cómo están unidas estas dos cosas? La noción de «Alma» aparece ya en estadios muy antiguos del pensamiento humano y puede encontrarse de un modo u otro en todas las culturas. En términos generales el alma o espíritu es considerada como un principio de vida interno que reside en todos los organismos vivos que posibilita y regula tanto sus funciones fisiológicas como mentales. Según las distintas culturas y religiones, el alma separada puede trasladarse a otro mundo, encarnarse en otro cuerpo, fundirse en el seno de un Alma cósmica superior. Dentro de la cosmovisión griega el orfismo, por ejemplo, mantenía una concepción dualista del ser humano: el alma que anima el cuerpo es de origen divino y eterna, preexiste al cuerpo, entra dentro de él y lo vivifica y sigue existiendo después de la muerte y la corrupción del cuerpo. El cuerpo es concebido, así, como una suerte de cárcel del alma, y es tarea del ser humano liberar su alma por medio de ritos de purificación. Mientras no alcanza esta purificación, el alma se ve obligada a transmigrar de unos cuerpos a otros. Al hablar de cuerpo y alma utilizamos un lenguaje figurado, tomado de Platón, para explicar la realidad tan compleja y rica de la naturaleza humana. Para el platonismo el alma es principio de vida y movimiento del cuerpo, pero totalmente independiente de él; aspira a liberarse del cuerpo para regresar a su origen divino, para lo cual debe purificarse de su contacto con el Mundo sensible. Hoy el vocablo alma se emplea en contextos religiosos. En las ciencias neurológicas y psicológicas se habla de psique, mente.

«Mente»: Puede definirse como el conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes que constituyen la experiencia subjetiva. El materialismo clásico afirma que la mente es el resultado de las actividades cerebrales, asemejando la mente con el cerebro. Sin embargo, cada vez está más extendida la opinión de que los procesos mentales, ya sean conscientes o inconscientes, están causados por procesos cerebrales, pero no se reducen a estos. Desde el nuevo paradigma post-materialista se sostiene que los procesos mentales de percibir, sentir, recordar, imaginar, desear, pensar, etc. son propiedades emergentes de sistemas neurológicos, pero no pueden explicarse simplemente analizando los componentes de estos sistemas porque son distintos a ellos. Una de las intuiciones centrales de la psicología perenne es que la Conciencia más íntima del hombre es idéntica a la realidad absoluta y fundamental del universo, a la cual entre otros nombres se le denomina Mente o Deidad. La Mente es todo lo que hay, es inespacial, infinita, intemporal y fuera de ella nada puede existir.

El enigma de la «Conciencia». La Conciencia es un enigma, probablemente el mayor enigma tanto de la filosofía como la ciencia. Los avances científicos que se han producido durante los últimos ciento cincuenta años sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso han puesto de manifiesto el papel rector que el cerebro ejerce respecto del resto del organismo. Todas las funciones orgánicas están reguladas por el cerebro y hay un permanente flujo de información entre los órganos y el cerebro. El problema consiste en saber cómo los procesos físicos cerebrales dan lugar a la Conciencia. ¿Qué es la conciencia? ¿De dónde procede? ¿Puede desvincularse de algún modo del cerebro humano? ¿es distinta de los procesos cerebrales? ¿Puede la conciencia sobrevivir a la muerte del cuerpo? ¿Por qué y para qué tenemos conciencia? ¿Para qué sirve, qué utilidad tiene? Hoy desde la ciencia la Conciencia se perfila como un proceso cuántico. La neurología cuántica es una orientación de la neurología que relaciona los procesos de la conciencia con las propiedades de las partículas elementales y la Mecánica cuántica. Está conectada con la teoría de Penrose-Hameroff. El concepto de conciencia cuántica fue popularizado en los años noventa del siglo pasado por Roger Penrose y Stuart Hameroff. Según Hameroff hay evidencia empírica reciente que sugiere que la coherencia y el entrelazamiento cuánticos podrían ser una característica esencial de la Vida. Según el nuevo paradigma post-materialista además de la materia, la Mente y la Conciencia son elementos constitutivos básicos del Universo. Entre quienes han profundizado en estas cuestiones existe la intuición de que en el Unverso reina unidad e interrelación entre todas las cosas y sucesos. Todo somos uno, “todo está conectado con todo lo demás” y la conciencia humana es un espectro de múltiples manifestaciones de una sola Conciencia, la Conciencia cósmica o universal. El próximo estadio de la evolución del ser humano debe ir encaminado a una transformación de la Conciencia.  Pero ¿cómo el cerebro y la mente/conciencia se influyen y logran interactuar recíprocamente?

De la «conciencia neuronal o local» a la «conciencia no-local». No es tan fácil definir qué es la conciencia. Hay muchas opiniones sobre la misma, las  más aceptadas afirman que la conciencia es lo que nos permite conocer nuestra existencia, nuestras reflexiones y nuestros actos. La conciencia es la que nos permite saber en cualquier momento quién soy, qué pienso, dónde estoy, qué hago… La respuesta a esta serie de preguntas existenciales básicas nos las da la Conciencia... Además de esta conciencia, el ser humano tenemos auto-conciencia, es decir, tenemos la capacidad de poder juzgar la dinámica de nuestra existencia a través de nuestra auto-conciencia…

¿Cómo se origina esta conciencia? Internamente, a partir de la actividad metabólica neuronal y actualmente también se acepta la existencia de un factor externo, una conciencia colectiva, en el entorno hay también una conciencia colectiva que también nos condiciona… Es decir, es evidente que tenemos una conciencia neuronal o local… pero las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) y otros fenómenos concomitantes apuntan a que hay “algo” más…  a que hay otra Conciencia…  Desde la «ciencia de la conciencia», hoy se la concibe como un flujo de energía que contiene información… Sabemos que hay un flujo de  energía, de información, que se origina en la actividad neuronal, y que pacientes que experimentan una ECM, (por tanto sin actividad neuronal) lo que cuentan tras su recuperación es que a pesar de estar clínicamente muertos, no tener actividad neuronal, tienen conciencia…  Esto quiere decir que más allá de la actividad neuronal hay otro flujo de energía, de información, independiente del cuerpo… porque el cuerpo en estas situaciones está muerto, no hay actividad neuronal, no hay actividad cardíaca. En la muerte clínica el enfermo pierde totalmente la actividad neuronal, por lo tanto, pierde la conciencia neuronal o local…  y sin embargo esos enfermos tienen actividad de conciencia… es evidente, pues, que aparte de la neuronal, existe un flujo de energía, de información independiente del funcionamiento del cerebro… Todos tenemos esta otra conciencia... es decir, que tenemos una conciencia neuronal o local indiscutible, pero además de ésta, las ECM y otras actividades trascendentes como son las vivencias de los moribundos, la telepatía, clarividencia, precognición, vivencias místicas, psicoquinesia, reencarnación… todas estas actividades trascendentes no tienen ninguna explicación, justificación, sólo con la conciencia local…  Eso indica que hay “algo” más además de la conciencia local: hay un flujo de energía, de información, independiente del cuerpo… Es decir, cuando el cuerpo está muerto desaparece la conciencia local o neuronal pero persiste esta otra conciencia. Podemos afirmar, pues, que existe esta otra conciencia (conciencia no-local)… Hoy tenemos métodos científicos objetivos que nos permiten claramente demostrar que realmente tenemos otra conciencia aparte de nuestra conciencia neuronal…

Hay personas que tras ser declaradas de muerte clínica y tras recuperarse de una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte) son capaces de relatar vivencias experimentadas durante ese lapso de tiempo a pesar de contar con un cerebro diagnosticado clínicamente muerto… Hay evidencias científicas que demuestran que el cerebro no es el productor de la Conciencia eso es evidente, eso hoy día ya es una observación objetiva evidente. La Conciencia humana es donde reside el yo, lo que nos hace ser lo que somos: nuestra forma de ser nuestra, nuestros recuerdos, nuestras emociones, nuestras fobias, nuestras manías… y todo eso es algo externo al cuerpo físico… de eso hay evidencias y no solamente por las ECM sino por un montón de observaciones científicamente bien hechas que están apuntando en esa dirección y que no se explican si no es postulando la existencia de una Conciencia independiente de la actividad neuronal… Así que el cerebro efectivamente tiene un papel fundamental desde luego en la formación de una conciencia de tipo neuronal, pero seguramente no es el productor de la Conciencia (Conciencia no-local)… entre otras cosas porque hay casos en los que estando el cerebro totalmente apagado, tú continúas siendo tú o sea continúa habiendo Conciencia independientemente del cuerpo físico: recuerdos, memorias, emociones... que la persona puede recuperar… lo cual indica que todas esas cosas tienen que estar en otro sitio independientemente de un cerebro que está siendo diagnosticado como clínicamente muerto…

La Conciencia es esencialmente compleja e inalcanzable para la mente racional, porque no se rige por las leyes racionales. Las más actuales investigaciones conciben la Conciencia como principio de inteligencia que capta información, con la que evoluciona y se desarrolla a sí misma. Una forma de energía, que contiene información, que puede pasar de albergarse en el soporte neuronal, a otro plano de existencia que la ciencia oficial no ha llegado aún a delimitar. La muerte consiste en que se muere el cuerpo nada más. ¿Y qué pasa cuando se muere el cuerpo? Pues que el alma/conciencia se lleva consigo toda la información que ha adquirido en esa experiencia en ese cuerpo más todos los disturbios emocionales no resueltos consecuencia de experiencias vividas en ese cuerpo... (Dr. Juan José López Martínez). Es por tanto una entidad que existe en sí misma. Independiente del cuerpo físico. No necesita cuerpo físico. El soporte físico es un instrumento temporal a través del que se expresa en la experiencia terrenal. Entra y sale del cuerpo en los Estados Expandidos de Conciencia. Tiene una memoria integral y guarda el conocimiento de toda su existencia. Es más que materia, más que energía y siempre es la misma a través de sus múltiples existencias. Se manifiesta de distintas formas y a través de distintos fenómenos. Estas manifestaciones se pueden presentar en Experiencias cercanas a la muerte (ECM), Experiencias en el lecho de muerte (ELM), Experiencias fuera del cuerpo (EFC), sueños lúcidos (SL), regresión a vidas pasada (RVP)... Estos fenómenos proporcionan indicios de su continuidad, de la permanencia de la Conciencia tras la muerte física. Para comprender la Conciencia e ir más allá de sus condicionantes físicos hace falta un nuevo paradigma interpretativo, distinto al científico-materialista clásico. Existen otros "lenguajes”, además del científico, que se han ocupado de la Conciencia y describen su realidad (filosofía, metafísica, espiritualidad, etc.).

A continuación presentamos de forma resumida la ponencia EVIDENCIAS CIENTÍFICAS. CONTINUIDAD de la CONCIENCIA realizada por la DRA. ISABEL MARTÍNEZ HIGUERAS que pueden seguir en la siguiente dirección https://www.youtube.com/watch?v=FbNixXqCx0o&t=2529s

Karol Wojtyla afirmaba: “El hombre ocupa el centro de muchas declaraciones, programas o manifestaciones, y también de numerosas ciencias y filosofías. Nuestro conocimiento del hombre ha progresado en muchos aspectos; conocemos de modo más preciso el cuerpo humano, el metabolismo y el sistema nervioso, los procesos psíquicos y el subconsciente. Pero ni la ciencia ni la filosofía tienen la audacia de tomar el espíritu humano como objeto de su investigación y de hablar, por tanto, directamente del alma.

¿Qué es la conciencia? La conciencia es ilimitada, omnipresente, un campo de energía universal, es la onda portadora y depósito de toda la información disponible en el universo. Y lo que es más importante, es la esencia misma y el sustrato de la capacidad de conocer o experimentar. La conciencia es la cualidad irreductible y primaria de toda existencia. (David R. Hawkins)

Exposición realizada por Dra. Isabel MARTÍNEZ HIGUERAS

¿Cómo se concibe actualmente la Conciencia?

La conciencia no es un invento de la filosofía… la conciencia existe, es una realidad no tangible… la conciencia no tiene fin, ni empieza ni termina… Los conocimientos básicos sobre la cuestión permiten concebir la Conciencia como algo eterno que se manifiesta en diferentes formatos. La conciencia se expresa, se manifiesta, por medio de una serie de fenómenos. Estos fenómenos llevan estudiándose aproximadamente desde principios del siglo pasado. Hoy la ciencia está aproximándose a estos fenómenos a través de la evidencia científica.

¿Cuáles son los elementos definitorios de la Conciencia?¿En qué términos se está acotando hoy desde una base científica lo que es la conciencia? Hoy la Conciencia se concibe como principio de inteligencia que capta información, con la que evoluciona y se desarrolla a sí misma. La Conciencia es percibida como nuestra esencia, una entidad que capta información, y esa información le sirve para evolucionar y para desarrollarse a sí misma. Es una forma de energía que contiene información que pasa de albergarse en el soporte neuronal a otro plano de existencia que la ciencia oficial no ha llegado aún a delimitar. Hasta ahora se ha creído que se albergaba en el cerebro. En el debate mente-cuerpo, desde una perspectiva materialista, se la ha presentado como un producto del cerebro… pero desde otro paradigma (post-materialista) esto no es así: el cerebro o su soporte neuronal es un instrumento de la conciencia… Desde el nuevo paradigma científico se presenta la Conciencia como energía, como soporte de información… Así que la Conciencia no necesita un cuerpo físico... Existe en sí misma. El soporte físico, la base neuronal, es un instrumento temporal a través del cual la conciencia se expresa en la experiencia humana.

La conciencia entra y sale del cuerpo a través de los estados expandidos de conciencia… Entra y sale del cuerpo en los Estados Expandidos de Conciencia y con ello evoluciona… Eso es un indicio de que la Conciencia no está albergada en el cuerpo físico, sino que utiliza el cuerpo físico como un vehículo… Y además tiene memoria, tiene una memoria integral, almacena, acumula y guarda los aprendizajes, el conocimiento adqurido, a lo largo de toda su existencia. La Conciencia es información, es memoria, deja rastro y guarda memoria de todas las existencias por las que ha atravesado… No está sujeta el tiempo ni al espacio… Es más que materia, más que energía y siempre es la misma a través de sus múltiples existencias. Se está observando que los niños que están encarnando actualmente, vienen ya con un rico bagaje, expresión quizás de ese equipaje ancestral del que es depositaria esa conciencia multiexistencial…

Algunas de sus propiedades.  La Conciencia está en un proceso continuo de evolución: no desaparece. Evoluciona a través de diferentes escenarios de aprendizaje, dentro y fuera de parámetros de tiempo y espacio. No es física, ni es temporal. Su naturaleza se extiende mucho más allá de los límites del cerebro físico. Es autoconsciente, multidimensional y multiexistencial.

La Conciencia es nuestra propia esencia. Se manifiesta (en diversas formas y circunstancia). Su tarea es evolucionar. Tiene la misión de evolucionar y lo hace a través de sus experiencias vitales o a través de sus diversas encarnaciones. Todo el bagaje que va adquiriendo se va almacenando en su memoria (cuántica), la menoría de la conciencia… Evoluciona, y seguramente elige evolucionar en diferentes escenarios biográficos, para crear y atravesar por experiencias de aprendizaje específicas… La conciencia no es temporal, no necesita al cerebro, se expresa a través de él, lo utiliza como instrumento… La ciencia oficial cree que son las conexiones neurológicas las que han creado la Conciencia, sin embargo, se está comprobando científicamente que la conciencia existe independientementede la actividad cerebral… La Conciencia se expresa y opera no solamente a través del plano biológico, sino que se desenvuelve en otros planos… La conciencia es autoconsciente, es decir, se reconoce a sí misma, tiene múltiples dimensiones y, como recoge la literatura científica al respecto, es multiexistencial, es decir atraviesa por diversas existencias.

Necesidad de un nuevo paradigma interpretativo. Confluencia de enfoques ( ver manifiesto post-materialista)

No existe un enfoque único que pueda arrogarse el poderío de ofrecer una descripción y una comprensión total de estas cuestiones, sino que disponemos de pequeños atisbos para captar parte de ese algo de lo que estamos realmente hechos, de esa realidad que nos constituye, aunque es una realidad no física… Se necesitan enfoques multidisciplinares para abordar estas cuestiones, incorporando enfoques complementarios e integradores para comprender la realidad que experimentamos, que no es sólo material o física. Y ello se hace desde un enfoque interdisciplinar para aproximarnos a esta realidad tan impresionante que es la realidad de nuestra esencia, como es la Conciencia (ver Manifiesto post-materialista).

Para estudiar la Conciencia e ir más allá de sus condicionantes físicos hace falta un nuevo paradigma interpretativo de la realidad, distinto al científico-materialista clásico. Para comprender todo esto que estamos expresando hace falta un cambio de paradigma interpretativo… A lo largo de la historia han existido y continúan existiendo otros "lenguajes", además del científico, (filosofía, metafísica, espiritualidad, etc.). Lenguajes diversos que han intentado aproximarse a esta misteriosa entidad que nos constituye, la Conciencia, y describen su realidad. Lenguajes que han existido siempre como la filosofía o incluso la religión o la espiritualidad… aproximaciones que han utilizado sus propios lenguajes para abordar estos temas… Hoy ya hay científicos que están empezando a utilizar ya otros lenguajes, otros paradigmas interpretativos, para abordar estas cuestiones en este momento histórico de la Tierra que nos ha tocado vivir…

Uno de los más importantes estudiosos de estos temas, el cardiólogo Pim van Lommel, está en ese camino, hace ese esfuerzo, intentando trascender el paradigma interpretativo clásico y apostando por otros lenguajes, por otras formas de afrontar la cuestión, utilizando otro paradigma interpretativo… Para ayudarnos a comprender cómo actúa la Lonciencia Pim van Lommel utiliza una analogía: la interconexión entre conciencia y comunicación a través campos electromagnéticos. Nos muestra cómo, al igual que sucede con receptores como la radio, TV, etc., la información transmitida pulula por el “ambiente”, permanece presente a través de  los campos electromagnéticos. Si por algún motivo se interrumpe la conexión del receptor, la información existente no se desvanece y puede ser recibida, captada, por otro equipo receptor (no-localidad cuántica). Pim van Lommel en un artículo publicado en la prestigiosa revista científica “The Lancet” utiliza esa analogía para ayudarnos a comprender cómo actúa la Conciencia a través de campos electromagnéticos… Según este símil, la conciencia actuaría respecto a los hipotéticos “receptores” de modo semejante a como puede hacerlo cualquier electrodoméstico que maneje información… la Conciencia, con la información que alberga, se manifiesta a través de un campo vibracional sutil, generando un campo electromagnético, que puede ser captado por un aparato “receptor” adecuado... y aunque el aparato “receptor” se estropee o se apague (radio, TV o nuestro cerebro…) la información no desaparece, continua ahí disponible…, esta idea tiene que ver con la no-localidad de la conciencia... Este símil nos presenta, pues, la Conciencia como una serie de campos electromagnéticos, presentes en el “ambiente”, en todo entorno que contienen información (no localizada en un punto o un espacio concreto detreminado)… para sintonizar con ella se necesita un aparato receptor adecuado (llámese radio, tv, o nuestro propio cerebro…), teniendo en cuenta que aunque el aparato receptor se estropee, se apague (o muera), esas ondas electromagnéticas, esa información no desaparece, continúa existiendo, continúa estando ahí, permanece, no desaparece… Otros posibles “receptores” podrán continuar sintonizando con ella…

¿Y cómo sabemos que tenemos esta Conciencia? Manifestaciones

Manifestaciones de la Conciencia Manifestaciones de la Conciencia Sabemos que existe la Conciencia porque aparecen fenómenos que se nos presentan y se nos expresan como “indicios” de su existencia, en diferentes formatos: la encarnación y su acompañante la regresión a vidas pasadas es uno de ellos, pero no el único... ¿A través de qué manifestaciones se expresan esas propiedades de la conciencia? Se manifiesta a través de distinta formas y fenómenos. Aquí tenemos un listado de cuáles son algunas de esas manifestaciones:

Experiencia cercana a la muerte (EC M)
Experiencia en el lecho de muerte (ELM)
Mediumnidad (MDM)
Transcomunicación instrumental (TCI)
Experiencias fuera del cuerpo (EFC)
Sueños lúcidos (SL)
Regresión a vidas pasadas (RVP)
Reencarnación (RCN)

Estos fenómenos proporcionan indicios de su continuidad, de una permanencia de la Conciencia tras la muerte de física. En cada época y lugar se han tratado estas experiencias según el enfoque dominante del pensamiento "oficial" de la cultura e instituciones donde se producían. Actualmente, contamos con nuevas posibilidades para comprenderlos.

Comentario de la evocadora imagen Conciencia 5. Una imagen que nos puede ayudar a comprender toda esta fenomenología de la Conciencia: podríamos representar la Conciencia como si fuera un «iceberg»… la parte más escondida, más desconocida, es nuestra conciencia personal, individual, que en términos psicológicos equivaldría a nuestro subconsciente o inconsciente y la parte visible, y que se expresa en nuestro mundo material, estaría representada por la punta visible del iceberg... el «iceberg» representaría una inmensa mole de agua, en su mayor parte sumergida,  que en general nos es desconocida (nuestra Conciencia local, personal, particular, individual), y por pequeños fenómenos visibles que expresan y manifiestan lo que hay dentro… esa mole de hielo si se mira aisladamente parece que está ahí sola y separada de su entorno pero si ampliamos nuestra mirada vemos que esa mole es agua, forma parte del inmenso océano (que representaría la Coniencia global no-local, con las caracteristicas anteriormente apuntadas: no espacial, a-temporal, eterna, omnipresente, no-local, omniscente...) y cuando desaparece, la mole se convierten agua,  es agua que además cuando desaparece se fusiona con el resto de agua… Desde nuestra presencia física y humana, la Conciencia se nos presenta por medio de esa serie de fenómenos, no podemos captar, al menos completamente, la totalidad de esa realidad al menos en este momento histórico científico actual… pero hoy ya existen unos avances iniciales que nos permiten empezar a vislumbrar toda esa realidad…  esas pequeñas siglas que aparecen en la parte visible del «iceberg» provienen de abajo, forman como pequeños núcleos, epifenómenos que proceden de dentro, de su interior… fenómenos que pueden aflorar, aparecer, también incluso cuando toda esa mole desaparece (muerte física). Esos pequeños núcleos (expresiones visibles de la Conciencia) con la desaparición física se convierten en etéreos, se disuelven, se mezclan con todo el resto… En definitiva, se dan, pues, toda una serie de manifestaciones que emergen y reflejan el fondo subyacente y que cuando se convierten en etéreos, se disuelven en ese fondo común representado por el resto de agua (el inmenso océano)… y que si se concentran temporalmente, se aglutinan y se presentan de una forma aparentemente puntualmente aislada será para algo… (¿para qué...?). En esta imagen vemos, pues, cómo se manifiesta materialmente esa inmensa mole de agua oceánica que en realidad representa la Conciencia global, la Conciencia cósmica…

Dificultades de comprensión

A nuestra mente “racional” le resulta difícil su comprensión. La Conciencia es esencialmente compleja e inalcanzable para la mente racional, porque la Conciencia no se rige por las leyes racionales. Desde nuestra realidad humana y mental, la Conciencia se nos muestra como un poliedro con múltiples caras y se manifiesta a través de una diversidad de fenómenos que hemos visto anteriormente a través de la imagen del "iceberg". Esa diversidad de fenómenos psíquicos, esas múltiples formas de aparecer, de expresarse, son diversos, pero en realidad hacen referencia a una misma y única realidad: la Conciencia. Una conciencia que suele ser vista desde nuestra mente racional y analítica, una mente, la nuestra, permeada por la cultura dominante en la que nos desenvolvemos, en la que hemos sido educados… y a veces esa nuestra visión actual (esas nuestras creencias actuales al respecto) chirría con los descubrimientos actuales con base científica de lo que es la Conciencia, descubrimientos que van mucho más allá de nuestra competencia actual, nuestra capacidad actual, para comprender este tipo de fenómenos… La Conciencia es demasiado compleja para entenderla desde una mente puramente racional… En el fondo todas esas manifestaciones que hemos identificado, todas esas expresiones diversas de la Conciencia que anteriormente hemos enumerado, son como formas, como ventanas a través de las cuales nos hemos asomado y hemos mirado una realidad compleja como es la Conciencia…

Gaona-Cartolano (2012) intenta expresar esa dificultad de comprensión de nuestra mente racional y analítica, acostumbrada a la segmentación de la realidad, recurriendo a una explicación que propuso el físico Paul Davies en 1990: ...si un grupo de científicos tuviera que analizar y captar el mensaje de un cartel luminoso de neón (de esos que suelen tener los clubs nocturnos), seguramente para comprenderlo lo segmentarían, dividirían en partes: transformador, cables, gas neón, soporte metálico, etc. Sin embargo, este tipo de análisis reduccionista y materialista del objeto estudiado, con tanta analítica y segmentación, el significado global del propio anuncio seguramente caería en el olvido, la información global que transmite se perdería, se obviaría el mensaje global que pretende trasmitir: su cometido, el sentido del anuncio de neón, no está en lo que trasmite aisladamente cada una de sus partes, sino en la compresión del significado global... El sentido global del anuncio no está ni en el neón, ni en cada una de sus partes… Lo que comunican las partes no es el objeto de ese anuncio, lo importante es el mensaje global, su cometido esencial,  es la información global que contiene y trasmite… A veces los científicos nos presentan la realidad muy segmentada porque así funciona nuestra mente, pero eso no quiere decir que en realidad la Realidad sea así… Los descubrimientos científicos actuales al respecto están haciendo referencia a una misma realidad, que es la Conciencia global, que es la base de nuestra existencia...

En busca de evidencias científicas

Evidencias de la Conciencia Llevamos ya varias décadas en las que científicos e investigadores de la expresión de la Conciencia están buscando y analizando “evidencias” de la continuidad de la Conciencia… Por ejemplo, en campos concomitantes como puede ser la neurofisiología, realizando estudios sobre, por ejemplo, cómo se está comportando nuestra mente/conciencia cuando está fuera del cuerpo, o cómo responde el cerebro cuando está conectando con realidades no presenciales, trascendentes… El método científico clásico puede ser útil siempre y cuando no se saquen conclusiones dogmáticas, absolutas o excluyentes… Desde este tipo de enfoque materialistas se accede a una parte de la realidad, se hace una aproximación a la realidad, pero no a la comprensión total de la Realidad global...

La "evidencia científica" es una categoría científica y es la puerta de entrada para que esas "evidencias" aparezcan en publicaciones de rango científico. La búsqueda de evidencias de la continuidad de la Conciencia puede hacerse mediante: a) Método Científico experimental para los hechos tangibles o variables de tipo neurofisiológico. b) Método Fenomenológico, de tipo cualitativo en base a la observación directa o participante, cuando se trata de vivencias y experiencias individuales.

En cualquiera de los casos, sólo se abarcará una parte de una realidad inmensa y compleja, de momento inabarcable, sobre qué es la Conciencia y sus propiedades. Los fenómenos en los que se expresa la Conciencia (enumerados anteriormente) se pueden considerar "evidencias" de alguna sus propiedades. Su conocimiento y análisis contribuye a comprenderla mejor. La Regresión a Vidas Pasadas es uno de estos fenómenos o "ventanas" de manifestación de la Conciencia y sus propiedades.

Necesidad de cambio de paradigma

La visión del mundo científico moderno se basa en gran medida en los postulados estrechamente asociados con la física clásica. El materialismo - la idea de que la materia es la única realidad -, es uno de esos postulados. De acuerdo con este sistema de creencias (“materialismo científico”) la mente no es más que la actividad física del cerebro. Pero el surgimiento de la mecánica cuántica (s. XX) ha cuestionado las bases materiales del mundo: los átomos y las partículas subatómicas no son realmente objetos sólidos, y no existen con certidumbre en localizaciones espaciales y temporales definidas. Adicionalmente la mecánica cuántica introdujo la mente en su estructura conceptual básica al demostrar que las partículas observadas y el observador están íntimamente relacionados. Según una interpretación este fenómeno implica que la conciencia del observador es vital para la existencia de los acontecimientos físicos que son medidos, y que los eventos mentales pueden influir en el mundo físico. El mundo físico ya no es el componente principal o único de la realidad, y ésta no puede ser plenamente comprendida sin hacer referencia a la mente. La mente/conciencia es un aspecto de la realidad. Existe una profunda interconexión entre la mente y el mundo físico. Determinadas "evidencias" sugieren la supervivencia de la Conciencia después de la muerte y la existencia de campos de la realidad que no son físicos.

Esta nueva perspectiva cambia fundamentalmente la visión que tenemos de nosotros mismos poniendo énfasis en la conexión íntima entre nosotros, la naturaleza y el Cosmos. El pasar de la ciencia materialista (paradigma clásico) a la ciencia post-materialista puede ser de vital importancia para la evolución de la civilización humana. Amit Goswami, uno de los principales promotores de que el enfoque cuántico penetre en la ciudadanía, parte de los hallazgos en física cuántica, la cual postula que los objetos/realidad son posibilidades para que la conciencia elija y eso es la base de toda la existencia y en su obra “La física del alma. El libro cuántico de la vida, la muerte, la reencarnación y la inmortalidad” afirma que lo que se reencarna en un nuevo cuerpo es el aprendizaje realizado en vidas previas, el cuerpo físico tiene su fin, pero los aprendizajes que va realizando permanecen. La memoria cuántica es no-local. Hay una "ventana" no-local que conecta las encarnaciones pasadas, presentes y futuras de una mónada (entidad similar al alma o espíritu). Para Goswami, esta ventana se abre durante momentos especiales, como es en el proceso de muerte y en otros fenómenos psíquicos.

Una nueva ciencia, un nuevo paradigma, expectativas y reglas distintas empiezan a aplicarse a los fenómenos que van más allá de la realidad física. La «ciencia de la conciencia» (Concienciología - Experiencias Fuera del Cuerpo-OBE=Out-of-Body Experience) trata los fenómenos psíquicos en un modelo holístico al reconocer que todos están vinculados y manifiestan diversas formas de energía (holosoma). Estos fenómenos no se pueden experimentar, investigar y comprender con los sentidos físicos y la tecnología. Este paradigma busca la corroboración con la experiencia propia y de otros investigadores. El laboratorio es la propia Conciencia. El paradigma genera datos a partir de observaciones en primera persona desde la experimentación con la propia conciencia y sus múltiples manifestaciones.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=FbNixXqCx0o&t=2529s


Ver también:

La conciencia, dimensión sublime del ser humano

Secció: LA CONCIÈNCIA


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