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Salir de la matrix

El ser humano se halla dominado por un "poder social difuso, oscuro, extraño" y se vuelve un esclavo de sus propias creaciones... algo que condiciona enormemente nuestras vidas, una realidad etérea que no se la puede tocar ni palpar materialmente, pero que está permanentemente presente y que rige nuestras vidas, y en la que no acostumbramos a reflexionar porque el ritmo frenético de la cotidianeidad en la que estamos inmersos no facilita la tranquilidad, el sosiego y la calma necesarias para ello.

Generalmente cuando hablamos del «sistema» solemos referirnos sobretodo a su dimensión socio-económico-política. Pero no menos importantes son sus mecanismos para nuestra colonización ideológica. Focalicemos nuestra atención en la función ideológica que ejerce el «sistema». Todos somos víctimas de un «sistema» dominante, un «sistema» que intenta obnubilar, adormecer, aletargar, narcotizar, nuestras conciencias. Ese es nuestro mundo, un mundo creado por nosotros mismos, nuestro producto «cultural», nuestra «creación» humana, la burbuja «cultural» dentro de cuyos parámetros desarrollamos nuestras vidas y nos desenvolvemos. Un «sistema» que nos aboca a la sumisión, al sometimiento, la alienación, dispersión, división, disgregación… Vivimos tan inmersos en él que su influencia a menudo nos pasa desapercibida y no solemos pararnos a reflexionar acerca de las perversidades del mismo.

Ese «sistema» funciona como si fuera una «Matrix», un ambiente densamente artificioso creado y controlado por otros. Un mundo diseñado artificialmente. El diseñador de la matrix controla todo lo que es ese entorno se produce. Toda una serie de órdenes difusas, mandatos, preceptos penetran en nuestra mente, se instalan en ella y fagocitan nuestro ego que pretende erigirse en gobernante de nuestra conducta… Estamos dominados por la Matrix del ego, una matrix que te atrapa sin saber que estás atrapado... la realidad es que estamos atrapados y estamos esclavizados por esta matrix del ego sin darnos cuenta de ello. No somos nosotros quienes realmente decidimos, no somos realmente libres, aunque así nos lo hagan creer. Para poder salir de la Matrix, lo primero que debemos hacer es darnos cuenta que estamos atrapados dentro. Eso se puede conseguir reduciendo el ruido externo, para poder empezar a sintonizar con nuestro interior, con nosotros mismos. Existen muchas explicaciones que intentan definir la matrix mental en la que nos encontramos inmersos, pero todas nos conducen a reflexionar sobre si realmente estamos viviendo nuestra propia realidad, o estamos sujetos a manipulaciones externas que nos controlan en todos los sentidos, haciéndonos creer que estamos viviendo una vida auténtica. Darnos cuenta de nuestra inconsciencia, de nuestra ignorancia, tomar conciencia de la telaraña en la que estamos atrapados, no mirar paro otro lado e intentar escapar de la narcotización de nuestras conciencias a la que estamos sometidos por el «sistema»... es el inicio de nuestra propia autoliberación.

No te dejes embaucar por las veleidades del «sistema». Crecer, desplegarse, evolucionar, desarrollarse humanamente... esa es tu meta y tu camino... Lo demás… mixtificadoras excrecencias del «sistema».

“Tienes que comprender que la mayor parte de los humanos son todavía parte del «sistema». Tienes que comprender que la mayoría de la gente no está preparada para ser desconectada. Y muchos de ellos son tan inertes, tan desesperadamente dependientes del «sistema», que lucharían para protegerlo.” (Morfeo a Neo) The Matrix

Respiras profundamente y abres los ojos, otro día más. Te levantas, te ves al espejo y vas a cepillarte. Como siempre, es la alarma la que te ha despertado, tu día está estratégicamente organizado, tú has hecho un plan de acción para que sea productivo, en la medida de lo posible. Te colocas tu ropa habitual, un uniforme, desayunas rápidamente y llegas a tu lugar de trabajo. Un tercio de tu día se va en la oficina, trabajas casi de forma automática y cumples con tus deberes hasta que llega la hora de salir de ahí. A veces, al terminar tu jornada, vas directamente a tu casa; otros días decides tomarte un trago o comerte algo; finalmente, vas a tu casa, preparas todo para el siguiente día. Mientras arreglas mecánicamente tu ropa o lo que vas a comer el día siguiente, ya estás planificando estratégicamente lo que vas a hacer, estás distribuyendo cada una de tus horas para que tu día sea también productivo.

Parece increíble, pero pasan las horas, los días, los años y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa mientras nos encerramos en un hábito, una rutina, una apariencia, unas normas. Pero, ¿has visto tu vida desde afuera? ¿Se te ha ocurrido, por un rato, ver tu vida como un espectador? Siéntate un momento y empieza hacer un recuento de tu día a día. Te levantas por un despertador, te vistes por unas normas empresariales, trabajas día a día como un autómata, vas a casa, duermes y todo empieza de nuevo. Entonces deberías comenzar a cuestionarte si realmente eres independiente ¿Eres autónomo? ¿Eres libre?

Vives... pero no como quisieras, es como si alguien te manejara, manejara toda tu realidad. Ese ímpetu que tienes a diario por obedecer en el trabajo, por hacerle caso a la alarma, por hacer lo que te dicen, no es algo que pase por voluntad propia, esto ocurre porque te estás dejando llevar por algo más grande que tú, que es capaz de manejar tu voluntad y controlar tus decisiones.

En realidad, no tienes autocontrol, eres controlado; no piensas, estás siendo pensado; no manejas, estás siendo manejado; no interpretas, estás interpretado. Es como si jugaras en un videojuego, controlas a los personajes que ahí están en todos los aspectos: su ropa, hacia dónde camina, qué hace, qué decisiones importantes toma. Ese es tu personaje y lo manejas a tu antojo. De igual forma, quizás tú también eres el personaje dentro de un videojuego y alguien o algo se está encargando de manejar tu vida.

Quizá te parezca exagerado, pero es la realidad. Ese algo o alguien es lo que se considera la matrix mental. Estás encerrado, encarcelado en tu propia mente. Tú te ves como un ser humano individual, encerrado en tu propia mente, tus propias creencias, tus propios objetivos. Pero, con todo eso lo que haces es limitarte, porque aún no has tenido la osadía de percibirte de una forma más elevada, de verte a ti mismo como un todo, integrado con lo que te rodea. El objetivo es que aprendas a liberarte, porque cuando sales de la matrix mental, tu nivel de consciencia del mundo se eleva hasta alinearte con todo lo que te rodea. Esta es la única manera de salir de ese estado en el que eres controlado, pensado, manejado, e interpretado.

Te propongo que dejes de ser el personaje del videojuego, y empieces tu transformación hacia la independencia verdadera. No dependerás de un control, de un estatus superior, porque tú serás el dueño de cada una de tus decisiones. El camino puede ser un poco engorroso, porque deberás salir de esa zona de confort en la que te encuentras. Ahora estás en estado automático y haces las cosas casi que por inercia.

La matrix mental es poderosa, la mayoría de las personas que han tratado de salir de ella han fallado en el intento. Esto ocurre porque se cansan y se dejan llevar nuevamente por la monotonía del día a día. La matrix es un cascarón de metal que no te deja salir al mundo real, no te deja evolucionar y crecer. La matrix te hace ser conformista, tanto con lo que tienes como con lo que piensas. La matrix es sumamente inteligente y manipuladora, te divierte para distraerte, te hace divagar en pensamientos sin sentido para erradicar de tu vida ese atisbo de curiosidad que puede sacarte de ese estado de hipnosis. La matrix es un estado mental, un estado mental permanente. La matrix es tu vida. Todo está regido por un ente externo que ha creado un mundo artificial en el que ahora estás viviendo.

¿Salir de la matrix mental?

Para salir de la matrix mental debes tener determinación y convicción. Para muchos es un insólito, ni siquiera saben que existe, ni se les ha ocurrido cuestionar su vida porque, sencillamente, su vida es demasiado cómoda como para cambiarla. También están aquellos que, no saben de la matrix y no se preocupan por ello porque están demasiado distraído resolviendo los problemas y las necesidades que tienen en esta vida. Esa es una de las trampas de la matrix mental, te mantiene ocupado, con economía, política, crisis, pobreza, necesidades básicas, obligaciones rutinarias. También suele ocupar a otros con riqueza, fama, éxito y responsabilidades. ¿Y si todo lo que hago no es por voluntad propia, sino que hay alguien manejando todas mis voluntades?

Tal vez te has dado ya cuenta de que hay muchas posibilidades de que estés viviendo un engaño y quizás tienes la voluntad de salir de ese engaño para empezar a forjar un camino. Esto es muy positivo, porque quiere decir que tienes la intención de despertar. Acabas de darte cuenta de una realidad que puede ser una ficción y ahora debes tener la plena convicción de tomar el poder de tus decisiones y de tu vida, sin influencias externas que manipulen todo lo que te acontece. O al menos, no sin antes haber luchado contigo y estar dispuesto a llevar las riendas de tu mente y, de ser posible, de todo lo que te sucede.

Hay personas que se sienten inconformes en todo momento, que se perciben a sí mismos fuera de órbita y que por más que intentan encajar, ser aceptados y, aunque lo logren, en su interior saben que no están en su realidad, que hay algo más que desean alcanzar. Por lo general estas personas son bastante perceptivas, y pueden sentir la matrix que les consume la vida. Una de las pocas maneras de lograr sentirse a gusto por completo, es saliendo de la matrix.

Salir de la matrix mental es independizarse por completo, es lograr superarse y alcanzar una cima a la que es muy difícil de llegar. Pero, cuando estás arriba, puedes ver todo y valorar todo mucho más. Eres capaz de apreciar aquello que antes ignorabas y tienes la capacidad de afrontar cada reto con mucho más valor y fuerza, porque sabes que tú tienes el control de las cosas. Salir de ese cascarón requiere de preparación personal, debes darte a la tarea de buscar en tu interior, de identificar tus debilidades, tus fortalezas, tus oportunidades y tus amenazas y empezar a entender que, posiblemente, todas ellas son puestas en ti para que tú actúes de cierta manera. Sin embargo, con la mente abierta también tendrás el poder de determinar si quieres seguir siendo una marioneta o, por el contrario, quieres ser el autor de tu vida de ahora en adelante. Al salir de la matrix mental es tu decisión qué hacer, tú eres el dueño de tu vida a partir de ese momento, y tienes la potestad de seleccionar qué es lo mejor para ti, qué te hará más feliz o, simplemente, cómo te gustaría vivir. Tienes la capacidad de tener plena consciencia de todo lo que sucede, de no dejarte manipular, de no dejarte llevar por todo aquello que está alejado de tu propósito de vida.

¿Cómo salir de la matrix?

Escapando de ella vas a tener una perspectiva más clara de las cosas, podrás diferenciar lo bueno y lo malo en tu vida, vas a tomar mejores decisiones basadas en lo que tú quieres y no en lo que los demás deseas, dejarás de ceder ante la manipulación social y trabajarás día a día para construirte. Te encontrarás con una persona más realizada, más segura, más determinada a lograr sus metas, sin importar lo que digan o quieran los demás. De eso se trata… al salir de la matrix mental saldrás de todo aquello que hoy te tiene atado de manos y pies para salir adelante y trabajar en tu autosuperación, independientemente de lo que quieran los demás.

Salir de la matrix requiere un arduo trabajo interno, pero vale la pena trabajar en ello porque te permitirá empezar a caminar por la vida sin someterte a la presión social y a las expectativas de segundas personas. También dejarás de compararte con los demás, dejarás de mirar de reojo a los demás y empezarás a verte a ti mismo. Sabrás que, como tú lo fuiste algún día, muchas de las personas que te rodean están prisioneras en su matrix mental. Tendrás la fuerza suficiente para mantenerte fuerte frente a las adversidades. Tendrás una vida más plena y verás todo de forma más clara.

Para salir de la matrix mental debes dejar de estar alienado con todo lo que el sistema te propone, deberás empezar a ser un poco más inconformista y romper con los paradigmas que hay en tu matrix mental. El objetivo es que puedas vivir libre, que tengas la capacidad de liberarte de las cadenas mentales que te oprimen y te hacen ser conformista con los demás, pero inconformista contigo mismo. La matrix no es más que un espejismo, una ilusión mental, que te llena de comodidades y conformismo, factores que te condicionan para que sigas siendo una persona insegura, ciega y manipulable. Salir de la matrix es reconocer la riqueza y el poder que hay en la emancipación de tu mente y de tu cuerpo.

No sabemos a ciencia cierta con qué te encontrarás después. Sin embargo, el proceso de liberación debes disfrutarlo a plenitud. Cada cambio, cada nuevo aprendizaje, cada momento de paz, debes valorarlo completamente, porque es ese el recorrido que te llevará a tener una vida plena, independientemente de lo que ocurra a tu alrededor, nada podrá afectarte lo suficiente como para creer que no eres capaz de superar los obstáculos. Cuando sales de la matrix mental entiendes que tú eres el único dueño de tu vida. Puede haber mil problemas políticos, económicos y sociales, pero eso sólo te va a afectar en la medida que tú lo permitas. Porque la realidad es lo que tú decidas. El que sale de la matrix mental no ve las adversidades como problemas sino como retos a afrontar. De ahora en adelante no te dejes llevar por el remolino de decadencia que hay a tu alrededor ¡Elévate! Porque tú eres más que eso.

Lograr salir de la matrix mental es reclamar tu independencia, tu soberanía espiritual, tu curiosidad y tu capacidad de ver el mundo desde una perspectiva más auténtica.

Recopilamos algunas ideas recogidas en ¿CÓMO SALIR DE LA MATRIX MENTAL? de Robert K. Smith

Ver también:

Nuestro particular mundo (mental)

El «sistema» (la moderna lavadora de cerebros)


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