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Relato sobre la Anunciación a María

Exégesis interpretativa a través del arameo

La «responsabilidad» de María ante la «historia de la salvación»

María modelo de apertura a la vida, acogimiento de la novedad, disponibilidad, aceptación proactiva ante la voluntad de Dios.

Lucas 1, 26-38: "26. Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27.a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28.Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. 30.El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31.vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32.El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33. reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» 34.María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» 35.El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. 36.Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, 37. porque ninguna cosa es imposible para Dios.» 38. Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue."

Un potente y vigoroso mensaje se lanza a María, y por extensión, a todo creyente y en general a todo auténtico amante y amado:
… has hallado gracia ante mis ojos… te necesito, necesito tu colaboración para realizar ese proyecto… sólo si tú quieres… si tú te adhieres a él, si tú libremente te prestas, podrá llevarse a cabo, podrá realizarse… con tu libre colaboración…

Este tipo de relatos forman parte de los "evangelios de la infancia" de Jesús y para comprenderlos adecuadamente debemos entenderlos en el contexto cultural, literario y estilístico en el que fueron producidos. Estos relatos no pretenden presentar la historia como lo hace un historiador actual. Se preocupan por presentar los hechos, subrayando su significado profundo. Están recogidos sobre todo en los evangelios de Mateo y Lucas: Mateo y Lucas, en los dos primeros capítulos de sus respectivos Evangelios, refieren algunos episodios sobre el nacimiento, niñez y vida oculta de Jesús. Estos capítulos se ha convenido en denominarlos "Evangelios de la Infancia". El evangelio de Marcos fue escrito antes que los otros dos sinópticos, Mateo y Lucas, y ambos lo tomaron como referencia básica a la hora de componer sus respectivos relatos. Mateo y Lucas quieren escribir una “Vida de Jesús” siguiendo el modelo de biografía que imperaba en aquel tiempo y por eso completan el Evangelio de Marcos introduciendo un relato de la infancia de Jesús. El esquema más común de las biografías antiguas distinguía entre la infancia, la actuación pública y la muerte del protagonista.

En las biografías antiguas de héroes, el tipo de escenas –apariciones, anunciaciones, nacimientos milagrosos, etc.- eran comunes y mostraban el carácter extraordinario del protagonista. Lucas aprovecha este esquema para decirles a sus lectores-oyentes quién es Jesús, y subrayar su importancia. Los relatos de la infancia forman parte de lo que podríamos llamar “la tercera oleada de los recuerdos sobre Jesús”. La memoria de los primeros cristianos sobre Jesús comienza por el final y va hacia atrás. Al principio, el interés más acuciante es la información acerca de los acontecimientos del final de la vida de Jesús: qué pasó en su pasión, por qué fue condenado, cómo murió, qué datos tenemos sobre la tumba vacía… Los recuerdos más antiguos son los que se refieren a los acontecimientos de su muerte y resurrección y es muy probable que la primera composición cristiana fuera el relato de la pasión. (1 Cor 15,3-8) En una segunda fase, representada por el documento Q y por el evangelio de Marcos, se recuerdan las palabras y las acciones de Jesús. En la tercera fase, los recuerdos sobre la infancia de Jesús comienzan a ser importantes cuando se quiere presentar a Jesús en un contexto más amplio, y surgen las preguntas acerca de su origen, etc. Estos recuerdos se conservaron, sobre todo, en los grupos vinculados a sus parientes, que dieron lugar con el tiempo al judeocristianismo, y para los cuales era importante su genealogía, su relación con Belén. La noticia de su nacimiento virginal es también muy antigua, pues la conocieron independientemente Mateo y Lucas; incluso es probable que Marcos se haga eco de ella en la designación de Jesús como “hijo de María” (Mc 6,4), que algunos utilizarían en tono de mofa, refiriéndose a la pretensión de que había sido concebido sin intervención de varón. En Lucas 1-2, hay tres himnos, el Magnificat, de María cuando visita a Isabel; el Benedictus, de Zacarías cuando nace Juan, su hijo, y el Nunc Dimittis, de Simeón, cuando presentan a Jesús en el Templo, compuestos por la comunidad. Estos himnos no sólo se diferencian del resto del relato por su carácter poético y por su contenido, sino que no encajan bien en el esquema fundamental del mismo, pues rompen el paralelismo de la narración. Su carácter judeocristiano se percibe, sobre todo, en que están dirigidos al Dios de Israel; aunque hablan de Jesús, su centro no es cristológico, sino teológico. El mensaje central de estos capítulos es de tipo cristológico. Son una confesión de fe acerca de Jesús, en la que se reconoce abiertamente su divinidad junto con la divinidad del Padre. Esto supone un proceso muy avanzado dentro de la comprensión que los primeros cristianos tuvieron acerca de la identidad de Jesús. (Santiago Guijarro)

En el ámbito cristiano se conoce como Anunciación al episodio de la vida de la Virgen María en el que el ángel Gabriel le anuncia que va a ser la madre de Jesús. Este episodio aparece narrado en el Evangelio de Lucas. Es entonces cuando el ángel se presenta ante ella y le anuncia su maternidad.​ Miremos el ejemplo de María y su actitud positiva ante una situación difícil como la que se le proponía: ella no se cerró a la propuesta que se le hacía, no se negó a aceptarla, dejó la puerta abierta para que se hiciera la voluntad de Dios. Gracias al Sí de María al ángel, la historia de la humanidad comenzó a cambiar. Quizás con 15 años y sola, María tiene que dar una respuesta que puede cambiar la historia entera de la humanidad. Tiene ante sí una gran responsabilidad histórica. María se hubiera podido negar a participar en ese plan de Dios, con su negativa hubiera podido hacer fracasar, malograr, naufragar, abortar ese plan... Ante el reto que suponía para María el anuncio del ángel, hay quien ha reflexionado así: «Se te ofrece el precio de nuestra Redención. Seremos liberados inmediatamente, si tú dices sí. Todo el orbe está a tus pies esperando tu respuesta. Di tu palabra y engendra la Palabra Eterna». Dios no pretende imponerse por la fuerza desde fuera, sino apelando a nuestro corazón. Dios espera una respuesta de María, una decisión libre, y la "llena de gracia", responde: "génoitó", "fiat", hágase! María en este relato de la Anunciación es presentada como ejemplo de creyente, cuando dialoga con el ángel de Dios y le responde: genoito, es decir, fíat: «hágase en mí [¡haz en mí!] según tu Palabra» (Lc 1,38). Ella viene a presentarse de esa forma como la que acoge de un modo ejemplar la voluntad de Dios. Lucas sitúa e interpreta a María como la primera de los creyentes, es decir, la primera mujer y persona que acoge en su vida el misterio de Dios, que se revela en Cristo (X. Pikaza). Excelso el ánimo de atreverse a tomar decisiones atrevidas, audaces, osadas, para siempre: sólo ellas posibilitan crecer e ir adelante; no destruyen la libertad, sino que posibilitan la orientación correcta. Tomar este riesgo —el salto a lo decisivo— y con ello abrirse a la novedad, a la vida y a la voluntad de Dios por entero. María: ¡he aquí todo un ejemplo!

Siguiendo a Vicente Haya, en este artículo se comenta el pasaje la Anunciación del Ángel a María, analizando los términos empleados por el texto siriaco de la Pёshîṭtâ’, (una versión aramea de la Biblia basada en un texto anterior griego y que es la que usan hasta hoy las Iglesias cristianas orientales de rito siríaco, así como las que están en comunión con la Iglesia de Roma).El arameo era la lengua originaria en la que se expresaba Jesús de Nazaret. En este artículo nos embarcaremos en la lectura del pasaje de la Anunciación del Ángel con la esperanza de que una lengua muy próxima ‒no idéntica‒ a la que empleó Jesús en sus predicaciones (y en su vida diaria) despierte en nosotros una nueva sensibilidad para entender mejor su mensaje. Más allá de los conceptos a los que responden las palabras usadas y de la traducción dada a estos conceptos, debemos poner en funcionamiento nuestra sensibilidad para percibir qué se nos está transmitiendo. Cada palabra no es sólo lo que significa en sí sino también a lo que apunta y todo aquello que evoca. En este texto, en arameo, descubrimos tres constelaciones de sentido en las palabras que se usan, y, gracias a ellas, creemos entender mejor lo que la Revelación nos viene a comunicar. Primera constelación: los nombres. Un Ángel que se presenta a María y que le presenta a Jesús, y un Evangelista que nos presenta a los personajes de los que va a hablar. Una segunda constelación de términos en torno a la idea de la Concepción: el ángel Gabriel se le aparece a la virgen María, antes de que haya convivido y, por tanto, consumado su unión con José, y le anuncia que va a quedar embarazada del Espíritu Santo, y que va a dar a luz a una criatura, a la que llamará Jesús. Tercera constelación: el poder. La misma palabra “Dios” (‘Al·lâhâ) implica “poder”, lo divino tiene relación con el Poder; en las lenguas semíticas, Dios es Poder: ese "poder" se refiere a la fuerza y al poder de Dios. Además, cuando se menciona el verbo “encontrar” (SH- K-Ḥ) en arameo también se está diciendo “ser capaz”: “has encontrado gracia a los ojos del Altísimo” significa también que María ha sido capaz de obtener el favor del Poderoso. Comentando el término arameo que figura en el texto V. Haya comenta: La raíz T-W-B abarca «la bondad», con todo lo que esta conlleva. Cuando el ángel de la Anunciación habla con María no le dice simplemente que tiene taybütá', sino que le dice que está «inundada de taybütá'», es decir, que la amabilidad, la dulzura, el agradecimiento..., etc., la desbordan por completo. Si Dios es Poder, el santo es alguien que participa de ese poder. Y, puesto que en este texto se está hablando del Poder de Dios, la respuesta de María está en esa misma clave. María se doblega voluntaria y completamente al Poder de Dios, que es lo que se le ha mostrado.

El ángel le ha propuesto el plan de Dios... Para poderse llevar a cabo, ese plan requiere la colaboración, el consentimiento, la aprobación de María... Dios propone, pero no dispone, no presiona, no violenta su libertad, María es libre de aceptarlo o no... A través del ángel Dios le propone su plan, no impone nada a María, María puede decidir libremente si acepta o rechaza dicha propuesta... Dios para llevar a cabo su plan necesita el beneplácito de María, su aquiescencia... María puede aceptar o rechazar la embarazosa, dificultosa, turbadora propuesta que se le hace... De ahí la gran «responsabilidad» de María ante la historia... negarse a participar o aceptar colaborar en el plan de Dios... Para la cosmovisión cristiana, gracias al «sí» de María la historia de la humanidad cambió radicalmente... En la concepción cristiana, a través de Jesús Dios mismo se haría (carne-sarx) como uno de nosotros, tomó la condición humana y habitó entre nosotros...

Toda una serie de matices que, de una forma o de otra, también están en el texto, y que por eso también los está escuchando –consciente o inconscientemente– el oyente arameo. No son, pues, añadidos filológicos sino cuestiones que forman parte y enriquecen la Revelación que nos está llegando y que debemos de desvelar en la exégesis que hagamos del pasaje. En arameo "sabe" mejor.  (Vicente Haya) (1)

Exposición de Vicente Haya en “Encuentros con El Jesús Arameo”

Transcripción a partir de 1h 8’ 10”: … esto me hace pensar que la primera constelación que hay que contemplar aquí es la constelación de los nombres. Esto es una presentación. El Ángel se presenta a María. Y está presentando también a Jesús. Le está diciendo: vas a tener un hijo. Nos lo está también presentando el evangelista a nosotros. El evangelista nos está presentando al Ángel, a María y a Jesús. A María se la está presentando a sí misma. María no sabe quién es… hasta que Gabriel le dice que es “María ṭaybûṯâ'”, es que tú eres la plenitud de todo lo bueno que puede percibir un ser humano.
...porque eso es lo que tu Señor ha hecho de ti… el resultado de esa plenitud, de gracia, de bondad, de hermosura que es la ṭaybûṯâ'”, hasta huele bien… (la ṭaybûṯâ'” es hasta oler bien), dulce, hospitalaria, cariñosa…, generosa, buena, hueles bien, el Ángel le está diciendo es que tú hueles bien también a todos los niveles, le está diciendo también hermosa… de todas esas cosas que el ser humano concibe como bueno y como parte de su felicidad… el Ángel le dice que de todo eso tú estás hasta arriba. El Ángel le está haciendo de espejo, ayudándola a comprender quién es realmente ella... María no sabe quién realmente es hasta que no se lo revela plenamente el Ángel diciéndole lo que le está diciendo…

Segunda constelación: la de la concepción, algunas de esas palabras hablan de la fecundidad, del hijo, de la virginidad, concepción, embrión, estéril... todo eso es lo que se esperaba que transmitiera el texto... eso consigue traspasar la traducción, llegar al texto castellano, y llega hasta nosotros…

… lo que no consigue traspasar es la constelación del poder, aparecen una serie de términos que hacen referencia al “poder” (trono, reino, fuerza, grande, señor, ser capaz, ciudad (donde hay un juez y una ley que se cumple…), la “palabra” que en sentido semita implica poder, “decir” es, significa, ordenar (como capacidad de ordenar la realidad, dando orden al caos), sierva…

¿Qué es lo primero que hace María cuando el Ángel se va? Se va a ver a su prima Isabel… y ¿qué le dice…? estoy embarazada!… ¡NO…! dice: Dios ha derribado a los poderosos de sus tronos... ¿qué tiene que ver el Magníficat con el anuncio…? Que ella ha sido empoderada, ella no dice "voy a tener un hijo..." ella dice: “El señor ha hecho en mi maravillas…" lo primero que dice es el Magníficat y solamente cuando ha dejado muy claro a Isabel que Dios ha derribado a los poderosos de sus tronos y a los orgullosos de su orgullo... solo entonces le dice, “¡porqué estoy embarazada…!” para ella lo primer es el magníficat y solo luego la consecuencia (la concepción de Jesús)… el anuncio no es solo el anuncio de un embarazo, el anuncio es el anuncio del “poder” (en el mejor sentido de la palabra) que va a nacer dentro de ella a partir de ahora, de lo que va a ser posible a partir de ahora… a través de ella sí, se está haciendo a través de (gracias a) ella… es decir, Dios actuando nuevamente en la historia a través de ella…

Intervimiente: aquí la palabra “poder” es fundamental, tiene mucha miga… en esta interpretación del arameo ese "poder" tú lo intuyes, se intuye como un poder fáctico, como algo que se va a realizar... o yo abro, yo estoy abriendo una posibilidad nueva, estoy abriendo un horizonte nuevo, una posibilidad que no había, que no estaba patente y a partir de ahora es una posibilidad real… si la Revelación es la manifestación de un “poder” que ya existe y que se va a cumplir, o que te da la opción de acatarlo o ponerte en contra… o si la revelación abre a una posibilidad… en ese sentido estaría justificada la necesidad de Dios, y en ese sentido estaría justificado el aspecto poético de la Revelación…

V. Haya: … yo lo que intuyo es que va a suceder algo completamente nuevo, yo creo que María es consciente de que… se abre la posibilidad de que suceda o de que se frustre… ¿Por qué? Porque la voluntad de ella es lo primero que ha necesitado el Ángel para que esto funcione, lo primero que el texto está poniendo de relieve es que nada va a pasar sin ella, sin su consentimiento, por ello ella dice. “…pues va a ser así”. María sabe que puede pasar algo nuevo. Yo creo que nadie se hace cargo en ese momento qué va a pasar. Todo esto es todo un proceso de novedad absoluta, de tiempo axial, de un antes y un después, de novedad absoluta y aquí nadie sabe qué va a pasar a partir de ahora y de qué depende eso que va a pasar, que lo podemos hacer posible sí, pero también que lo podemos frustrar, lo podemos abortar… de hecho no sucedió lo que se esperaba (según la creencia mesiánica)… de hecho no sucedió lo que se esperaba… sucedió lo que no se esperaba… porque murió en la cruz… Recordando lo de Emaús, los discípulos comentan que Jesús havía muerto sin “liberar” a su pueblo.. es decir… sienten como un fracaso lo que es en realidad la condición de posibilidad de que se produzca ese amor de que ha venido a hablar, y que ha venido a manifestar... por que Jesús no es sino la manifestación del Amor… de eso que no está dado… de eso que está dado… si tú quieres... y si tú no quieres, no será, no pasa, no ocurre, no va a pasar, no ocurrirá. Yo no te voy a obligar a amar... Es una invitación… Jesús es una invitación al Amor (a aceptar el Amor), “es” una invitación al Amor… no “hace” una invitación al Amor … y esa invitación o puede ser aceptada o puede ser frustrada… hay en definitiva un yo de María mucho más fuerte de lo que nos han vendido tradicionalmente de una pobre costurera, pobrecita de galilea… que está embarazada y que espera, está en situación de espera… ¡o no, no!… aquí no va a pasar nada sin (el consentimiento, la aquiescencia) de María.

Evocación de significados a partir de algunas expresiones en arameo

Virgen y desposada

Lucas 1:27 En castellano plano: «a la presencia de la virgen que fue desposada con un varón de nombre José, de la Casa de David. Y el nombre de la virgen era María».  Lo más interesante de este versículo son los conceptos de 1) bëṯûltâ', que no necesariamente siempre significa “virgen”; por ejemplo, en hebreo babilónico, significa mujer que, a pesar de no serlo, no ha llegado a parir. y 2) “desposada” [mëḵîrâ']: lo traduciríamos “desposada”. Pero, literalmente, sería el verbo “adquirir a un precio”; o sea, que, en su más cruda literalidad, sería “vendida”.

Inundada de gracia, empapada de gracia

La raíz verbal M-L-' es la misma que vemos en la expresión “la llena de gracia” [malyaṯ ṭaybûṯâ], que, en arameo literalmente sería “la que experimenta una inundación [mële'â] de gracia". El término que se traduce por “llena de” no es suficiente. Este “llena” o “completa” no es algo metafísico, sino como está una tierra llena de agua tras el desborde de un río o unas lluvias torrenciales (“empapada”). El Mensajero le dice: “Eres la llena de gracia...”, “has encontrado gracia ante Dios”. La razón que el ángel da a María para no tener miedo es la "gracia" de que ha sido objeto. La gracia desarticula el miedo: “No hay razón para que tengas miedo, porque tienes gracia”. El verbo arameo “encontrar” es el mismo verbo “ser capaz”. Haber encontrado gracia es haber conseguido gracia. Dios la otorga, pero la otorga por algo que hacemos o no hacemos.

¿Pero qué es la gracia?

Qué es la gracia para un arameo parlante. El término arameo que estamos usando para traducir el concepto de "gracia" es ṭaybûṯâ', un sustantivo en femenino singular imposible de recortar en la traducción: “bondad, amabilidad, caridad, corrección, dulzura, agradecimiento, generosidad, hospitalidad, escucha, sosiego...”. No hay fondo para la ṭaybûṯâ'; nada que sea bueno de cualquier forma queda al margen de la ṭaybûṯâ'. La raíz Ṭ-W-B abarca “la bondad”, con todo lo que ésta conlleva. Incluso connota algo que huele bien, algo fragante... significando “aroma”,  “fragancia”. Cuando el ángel de la Anunciación habla con María no le dice simplemente que tiene taybütá', sino que le dice que está «inundada de taybütá'», es decir, que la amabilidad, la dulzura, el agradecimiento..., etc., la desbordan por completo.

La ṭaybûṯâ' es todo aquello que cualquiera reconoce enseguida por la felicidad de la que emana y que produce en su entorno. El adjetivo, tanto en arameo como en el resto de las lenguas semíticas, puede significar: “satisfactorio, gustoso, útil, recto, hermoso, saludable, benigno, bello, próspero, hábil, alegre, feliz, bueno...”. Ya desde el ugarítico, vemos la raíz Ṭ-B asociada con cosas agradables; es decir, con todo aquello que te deja a gusto: “bueno, agradable, dulce”. También la acepción de “hermosura” aparece ya en las primeras páginas de la Biblia. Todo esto, de alguna forma, está relacionado con María, al atribuírsele estar llena, inundada, impregnada de ṭaybûṯâ'. Así es como el Ángel saluda a María diciéndole que está llena de ṭaybûṯâ'.

Pues todo esto que supone la ṭaybûṯâ' es lo que el Ángel (en Lucas 1:28) dice a María que tiene. ¡No. Que tiene, no! Que está empapada de eso, inundada por completo (malyaṯ ṭaybûṯâ'). Estar a rebosar de ṭaybûṯâ' en una cosmovisión semita significa, ante todo y sobre todo, que Dios te ama mucho. Porque es el amor de Dios por una criatura lo que la hace objeto de tanto don... No es raro que María quede confundida por las palabras del Ángel. Y no es raro que, si la madre estaba anegada en ṭaybûṯâ', ésta vaya creciendo en el hijo con el paso de los años. Según Lucas 2:52: «Jesús fue creciendo en estatura, en sabiduría y en ṭaybûṯâ'». Jesús se cría en la ṭaybûṯâ' de María.

Las opciones de María

El texto pone de relieve que nada va a pasar sin su aceptación, sin su voluntad, sin su consentimiento libre, sin su voluntad expresa, sin su colaboración positiva...

Ante el anuncio del Ángel a María, ésta tenía dos posibilidades: aceptarlo o rechazarlo… Explicitemos y concretemos un poco más el significado de ese “fiat” de María: tras el anuncio del Ángel a María… antes de que ésta dé su consentimiento no sabemos qué va a pasar: si va a ser posible lo que el Ángel le propone o si ese plan, ese proyecto que Dios tiene para la humanidad, se va a frustrar, lo va a boicotear, malograr, abortar...). La voluntad de ella, de María, es lo primero, pues, que ha necesitado el Ángel para que esto funcione, para que ese plan pueda realizarse... El texto pone de relieve que nada va a pasar sin su aceptación, sin su voluntad, sin su consentimiento libre, sin su voluntad expresa, sin su colaboración positiva...

Antes de ese sí (“fiat”) de María no sabemos qué va a pasar:  si va a ser posible o lo podemos frustrar, abortar… Depende de que se produzca la condición de posibilidad (nuestra aceptación, nuestra colaboración, nuestro sí a esa invitación que se nos ofrece) para que se produzca ese Amor (infinito) que Jesús ha venido a representar, que Jesús a través de su persona ha venido a manifestar, a expresar, a realizar...

Por eso ella (la respuesta de María)... corrobora positivamente: “fiat”, pues va a ser que sí… pues efectivamente, va a ser así, yo quiero que efectivamente sea así, que así sea como tú dices, que así se produzca, quiero positivamente colaborar…

Jesús es la manifestación del Amor... de eso que no está dado... o que está dado ...

...(tan sólo será posible) SI TU QUIERES…  y si tú no quieres... no será, no pasará, no ocurrirá...  yo no te voy a obligar a amar... si tú no lo quieres, no seguiremos adelante...  

Dios pide nuestra colaboración en su proyecto para la humanidad. De ahí el papel trascendental de María en la "historia de la salvación". Esa invitación a aceptar el Amor que representa Jesús para la humanidad o puede ser aceptada o puede ser rechazada, frustrada... según sea la respuesta de María...

Fuente: Haya, V. (2019). La Anunciación del Ángel en arameo como constelación de sentido.

Un potente y vigoroso mensaje se lanza a María, y en el fondo por extensión, a todo creyente y en general a todo auténtico diálogo íntimo entre amante y amado:

…Tú has hallado gracia a mis ojos… yo no te puedo obligar a amar, a decir sí, a unirte al proyecto, a aceptar el plan que te propongo… sólo si tú quieres… si tú libremente lo decides… será posible continuar adelante con ese plan..., podrá realizarse ese proyecto para el que necesito de tu colaboración, de tu asentimiento, de tu sí libre y autónomo, el decante de tu libertad y voluntad en favor de ese plan, de un proyecto para el que necesito, de tu colaboración y de tu aquiescencia…

(1)Vicente HAYA. Doctor en Filosofía por la Universidad de Sevilla, Licenciado en Historia por la Universidad de Granada, actualmente profesor en el Departamento de Filologías Integradas de la Universidad de Sevilla, autor de El arameo en sus labios (saborear los Evangelios en la lengua de Jesús) Ed. Fragmenta, 2012, de Descolonizar a Jesucristo (Akal, 2018), y de otros libros (Palabras originarias para entender a Jesús, ed San Pablo; El Evangelio de Marcos en arameo, palabra por palabra). Comenzó sus estudios de arameo en 2005, profundizando en este idioma desde los Evangelios de la Pёshîṭtâ'.


Ver también la sección: JESÚS DE NATZARET


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