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Crisis y Esperanza

Presentamos el prólogo de la obra «Crisis y Esperanza» de EQUGENIO YÁÑEZ ROJAS (1961), doctor en Filosofía por la Universidad de Osnabrück, Alemania.

La idea que tengamos del futuro nos dispondrá negativa o positivamente para movilizar todas nuestras energías en el presente.

Una idea positiva u optimista de lo que nos espera, asentada en un sano realismo da sentido y valor a nuestras acciones.

Por Eugenio Yáñez Rojas

O tempora! o mores! Cicerón

Si usted demora diez minutos en leer este prólogo, en ese lapso se habrán producido en el mundo 15 suicidios (uno cada 40 segundos), 4000 abortos (400 por minuto) y 10 asesinatos. Morirán poco más de 3000 personas (una cada diez segundos) víctimas del sida. Los más de 41 conflictos bélicos que azotan al mundo habrán cobrado cientos de inocentes víctimas. Otras tantas morirán a causa del terrorismo. En estos diez minutos centenares de niños habrán muerto literalmente de hambre o serán maltratados y/o abusados sexualmente. También gran cantidad de mujeres (y algunos hombres) estarán siendo agredidas física y psicológicamente por sus “parejas”. En Sudáfrica habrán violado a 40 mujeres. En este breve lapso miles de personas están intentando escapar del tedio y vacío existencial (quizá un hijo o hermano, un padre o un amigo) a través de la droga y el alcohol o tal vez visitan algún especialista para superar su depresión, angustia, crisis de pánico y tantos otros trastornos mentales. ¡Y podríamos seguir! En suma, en estos diez minutos nos encontramos con demasiada muerte y destrucción, con ríos de lágrimas, impotencia y desesperación.

No es necesario ser sociólogo, filósofo, historiador o psicólogo para percatarse de que enfrentamos una serie de peligros que amenazan, quizá como nunca antes, no solo la sana convivencia sino nuestra existencia. Basta con leer un diario, escuchar la radio o prender el televisor para enterarse de los múltiples conflictos bélicos, actos terroristas, crímenes horrendos, violencia intrafamiliar, drogadicción, suicidios, robos, violaciones y un sinnúmero de otros flagelos que asolan a nuestra sociedad.

Que el mundo se encuentra en crisis es un secreto a voces. ¿Qué ha pasado con la “humanidad”? ¿Hemos perdido la razón? O este desolador panorama, ¿no es más que la manifestación de nuestra naturaleza? Ergo: nihil novum sub sole.

Ante este panorama, reflexionar sobre la esencia y la existencia del ser humano, es decir, preguntarse ¿qué y quienes somos?2, dista mucho de ser un campo reservado a ciertos expertos o un mero divertimento intelectual. Por el contrario, es una actividad vital, que apunta a comprender la “realidad humana”, ante la cual nadie debería permanecer indiferente. En la actualidad, estas interrogantes adquieren un carácter urgente. No sólo estamos ante una crisis que observamos desde fuera, sino en medio de ella. Difícilmente podríamos decir que esta no nos afecta en absoluto, más aun después del creciente proceso de globalización.

Este libro está destinado a un público interesado por el pasado, preocupado por el presente y pendiente del futuro. Bien sabemos que el hoy se afirma en el ayer y prepara el mañana. La idea que tengamos del futuro nos dispondrá negativa o positivamente para movilizar todas nuestras energías en el presente. Si tenemos solo una visión negativa, lo más probable es que nos hundamos en un marasmo irreversible o, en el mejor de los casos, en un voluntarismo sin sentido. Contrario sensu, una idea positiva u optimista de lo que nos espera, asentada en un sano realismo da sentido y valor a nuestras acciones. Desde esta perspectiva, este libro se dirige a quienes todavía no hayan clausurado la pregunta por el hombre y su destino; a todos aquellos que no hayan abdicado de su condición humana –sujetos pensantes– y, por ende, no teman mirarse por dentro. Dentro de este universo, son los estudiantes universitarios sus principales destinatario, quienes encontraran en estas páginas algunas líneas directrices para introducirse en los grandes problemas éticos y antropológicos que enfrenta el hombre contemporáneo3.

Esta obra no pretende imponer una determinada verdad o visión   de la realidad, no es un texto “militante”, pero tampoco descompro-metido. El autor de estas páginas sustenta naturalmente una determinada concepción del mundo. Huelga también decirlo, no es un texto para especialistas, ni está traspasado por el prurito de la originalidad. No es una obra erudita que agote cada uno de los temas abordados, que de suyo son complejos y tan amplios como las múltiples dimensiones del actuar humano. Un análisis acabado sobre la condición del hombre actual es una tarea que excede con creces nuestro propósito. El cometido es mucho más sencillo. Pretendemos ofrecer algunas reflexiones sobre la condición existencial del hombre actual y arrojar algunas luces sobre posibles vías de superación. No pretendemos “inventar” una nueva visión del hombre y de la sociedad, si no tan solo recordar los grandes principios y verdades que subyacen a una sociedad ordenada en vistas a su bien y subrayar algunos principios fundamentales necesarios para una vida buena. A fuerza de pasar por muchos lugares comunes, esperamos mostrar “algunas cosas nuevas”, a partir de “viejas verdades”.

Si estas páginas logran despertar –en más de algún lector– inquietud, pero no para quedar abatidos y resignados ante el peso de la agobiante realidad, sino por el contrario, para enfrentarla, nuestro objetivo principal se habrá cumplido y nos “daremos por pagados”.

Las fuentes “primarias” utilizadas en la elaboración de este libro han sido nuestros apuntes de clases, que naturalmente se nutren de múltiples lecturas realizadas en estos años y muchos aportes de los que somos tributarios. También se recogen algunos artículos del autor (o parte de ellos) publicados en algunas revistas especializadas.

Metodológicamente este libro se ha dividido en cinco partes. La primera es un recorrido histórico por las diferentes reflexiones acerca del hombre. La segunda aborda, desde una perspectiva analítica, la pregun- ta por la esencia del hombre. Posteriormente nos ocupamos de la sociedad contemporánea, ofreciendo un diagnóstico de ella y poniendo de relieve los grandes problemas que la afectan. En la cuarta sección, analizamos en qué consiste la crisis del hombre. En la última parte, ofrecemos algunas líneas directrices para su superación, fundadas en la esperanza.

(1). Queremos precisar que centramos nuestro análisis en la denominada civilización cristiano-occidental, lo cual no implica necesariamente excluir el “mundo oriental”, dada la influencia de Occidente y el creciente proceso de globalización.

(2). ¿Qué es el hombre? es la pregunta propia de la antropología filosófica, que busca desentrañar su esencia. ¿Quién es el hombre? se cuestiona por el sentido de la vida, a la cual responde la ética o moral. Entendemos por antropología filosófica aquella parte de la filosofía que se preocupa de todo el hombre, es decir, aquella reflexión última sobre la realidad humana, con los métodos propios del saber filosófico. La ética, por su parte, es aquella ciencia filosófica teórico-práctica que estudia o juzga la moralidad de los actos humanos según la razón en relación con el fin último del hombre. Para tener una idea más acabada de lo que es la antropología filosófica y la ética, véanse, entre otros, respectivamente: José Miguel Ibáñez L., Antropología filosófica, Santiago, Editorial Universitaria, 1978 y Ángel Rodríguez Luño, Ética, Pamplona, Ediciones Eunsa, 1993.

(3). Estos temas y/o problemas los hemos venido formulando principalmente en las cátedras de “Persona Humana”, “Antropología Filosófica” y “Ética” durante veinte años de docencia universitaria. En este período, he podido experimentar cómo muchos de los temas o problemas acá abordados afectan directamente a estos jóvenes. Del mismo modo, en los últimos diez años de vida académica no deja de preocuparnos la enorme cantidad de estudiantes sometidos a tratamientos psicológicos o psiquiátricos afectados por depresión, estrés, angustia, etc., con otras palabras, invadidos por un gran vacío o hastío existencial. Lamentablemente, este es un fenómeno que empieza a darse también en los colegios.


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