Tiempo de la Creación: Escuchar la voz de la creación

Muchos son los problemas que tiene la familia humana. Algunos, ajenos a nuestra voluntad. Otros, responsabilidad nuestra. Nuestra consciencia cósmica y planetaria se va abriendo paso entre el gran público en las últimas décadas. Progresivamente vamos tomando consciencia que formamos parte inseparable de la gran corriente de Vida que misteriosamente deviene incesante en el seno cósmico. Desconocemos la existencia o no de otras formas de vida en el Cosmos. Que los humanos somos el lugar donde el Cosmos toma consciencia de sí mismo, que somos una porción del Cosmos (somos en el fondo “polvo de estrellas”) con capacidad para reflexionar sobre nosotros mismos y cuanto nos rodea. Que el Planeta Tierra es nuestro hogar, nuestra casa común y que ciertos estilos de vida desarrollados por una pequeña parte de países están rompiendo y poniendo en peligro la armonía y el equilibrio global originarios. Que estamos entrando en una pendiente peligrosa comprometiendo nuestro futuro planetario como especie. Estamos llegando a un dominio abusivo, sometimiento y explotación egoísta de los recursos del planeta. Que ese es un problema que nos afecta a todos provocado por los países del “Norte” en detrimento de toda la especie, pero principalmente que afecta a los más empobrecidos del planeta.

La «Creación» entera gime ante las heridas que le infligimos con nuestro actual estilo de vida. «La creación» es todo el universo, no sólo los seres humanos, sino también los seres animados e inanimados, el cosmos entero, también las cosas, las montañas, el mar, los bosques, los astros, etc. La familia cristiana conscientes de que «la creación» es un don gratuito que se nos ofrece a los humanos y conscientes del deterioro de nuestra relación con la naturaleza se une a otras tantas voces que claman a nivel planetario ante tan peligrosa deriva. Una oportunidad para cultivar nuestra “conversión ecológica”. Es una invitación a basar nuestra espiritualidad en la «amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal». Hemos de convertirnos y cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales. Se trata de “convertir” los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros; un desarrollo fundamentado en la responsabilidad, en la prudencia/precaución, en la solidaridad y la preocupación por los pobres y las generaciones futuras. En la base de todo debe estar la alianza entre el ser humano y el medioambiente.

Y nosotros nos hacemos eco de tan noble iniciativa, queriendo contribuir a tan ingente e inaplazable esfuerzo difundiendo entre el gran público, un público recordemos no siempre confesional y quizás alejado de los círculos religiosos tradicionales, tan hermosa iniciativa de concienciación y llamada a la acción, recogida en la Guía de celebración del «Tiempo de la Creación» cuyo contenido presentamos de forma sintética (Invitación del liderazgo religioso a unirse al Tiempo de la Creación. Tema: Escuchar la voz de la creación. Oración. Logotipo. Ideas para celebrar el Tiempo de la creación. Orar y celebrar. Incidencia: Participe en las campañas que reclaman la restauración ecológica. Qué podemos hacer. Acciones. Recursos.) (La referencia para el acceso a la Guía completa, al final del texto)

Introducción

Cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, la familia cristiana se une en una celebración global de oración y acción para proteger nuestro hogar común. Compartimos un llamado común a cuidar de la creación. Somos cocreadores de todo lo que Dios ha hecho. Nuestro bienestar está entrelazado con el bienestar de la Tierra. Nos alegramos por esta oportunidad de salvaguardar nuestro hogar común y todas las criaturas que lo comparten. Esta guía busca ayudar a conocer este Tiempo y a planificar su celebración. Hay más recursos disponibles en línea, como seminarios web y servicios de oración, una página de Facebook y fotos. Este año, el tema del Tiempo es "Escuchar la voz de la creación".

Sobre el Tiempo de la creación

El Tiempo de la Creación es el momento del año en el que los 2.200 millones de personas cristianas del mundo son invitadas a orar y a cuidar de la Creación. Este tiempo se celebra anualmente del 1 de septiembre al 4 de octubre. El Tiempo de la Creación es un tiempo de oración y acción que une a la familia cristiana mundial en torno a un propósito común: la celebración de cultos de oración y la participación en una variedad de acciones para el cuidado de la Creación.

Historia. El 1 de septiembre fue proclamado como un día de oración por la Creación para la Iglesia Ortodoxa Oriental por el Patriarca Ecuménico Dimitrios I en 1989. Fue recibido por otras importantes iglesias cristianas europeas en el año 2001, y por el Papa Francisco para la Iglesia Católica Romana en 2015.

En los últimos años, muchas iglesias cristianas han comenzado a celebrar el “Tiempo de la Creación” entre el 1 de septiembre y el 4 de octubre, la fiesta de San Francisco que se celebra en algunas tradiciones occidentales. San Francisco es el autor del Cántico de las criaturas y el santo católico de quienes promueven la ecología. Varias declaraciones de los últimos años han convocado a participar en esta celebración, por ejemplo, la Tercera Asamblea Ecuménica Europea y la del Consejo Mundial de Iglesias.

Invitación a unirse al Tiempo de la Creación

El Tiempo de la Creación es una celebración cristiana anual para escuchar y responder de manera conjunta al clamor de la Creación: la familia ecuménica se une en todo el mundo para orar y para proteger nuestra casa común.

El salmista declara: "Los cielos proclaman la gloria de Dios; el firmamento revela la obra de sus manos. Un día se lo cuenta al otro día; una noche se lo enseña a la otra noche… sin que se escuche una sola voz, su mensaje recorre toda la tierra y llega al último rincón del mundo, en donde el sol pasa la noche." (19:1-4)

En la oración nos enfocamos en el grito de la Tierra y en el grito de las personas pobres. Durante el Tiempo de la Creación, nuestra oración y nuestra acción común pueden ayudarnos a escuchar las voces silenciadas. Nos lamentamos por las personas, comunidades, especies y ecosistemas que se han perdido, y por quienes ven amenazados sus medios de subsistencia por causa de la pérdida de su hábitat y del cambio climático. Que este tiempo de oración y acción sea un tiempo para escuchar la voz de la Creación, para que nuestras vidas, en palabras y en acciones, proclamen buenas noticias para toda la Tierra.

2022 Tiempo de la Creación Tema: Escuchar la voz de la creación

Muchas voces se silencian en el discurso público sobre el cambio climático y sobre la ética de la conservación de la Tierra. Son las voces de quienes sufren los impactos del cambio climático. Son las voces de quienes poseen una sabiduría generacional sobre cómo vivir con gratitud dentro de los límites de la tierra. Son las voces de una diversidad cada vez menor de especies. Es la voz de la Tierra. El tema del Tiempo de la Creación nos invita a tomar conciencia de nuestra necesidad de escuchar la voz de toda la creación.

El salmista (19:1-4) reconoce que oír la voz de la creación requiere un tipo de escucha que es cada vez más raro. Dentro de la familia cristiana, existe una gama diversa de tradiciones que nos ayudan a recuperar nuestra capacidad de escuchar la voz de la creación. Algunos de los primeros escritos cristianos se refieren al concepto de la creación como un libro en el que se puede leer la sabiduría de Dios. La tradición teológica del libro de la creación corre como un hilo de oro desde los escritos de Orígenes a través de los escritores patrísticos como Tertuliano, Basilio de Cesarea y otros. Al igual que el salmista, San Máximo nos recuerda que todo el cosmos alaba y glorifica a Dios "con voces silenciosas", y esa alabanza no se oye hasta que le damos voz, hasta que alabamos a Dios en y con la creación. San Agustín escribe: "[La creación] es la página divina que debes escuchar; es el libro del universo que debes observar. Las páginas de la Escritura sólo pueden ser leídas por quienes saben leer y escribir, mientras que todas las personas, inclusa las analfabetas, pueden leer el libro del universo". Martín Lutero escribió: "Dios ha escrito [el evangelio] no sólo en los libros, sino también en los árboles y en otras criaturas.”

Un "libro" o un pergamino estaba destinado a ser leído en voz alta, y por lo tanto, era una palabra hablada que debía ser escuchada. Los pergaminos y los libros de la Escritura estaban destinados a ser leídos en voz alta, insuflados en una comunidad, y escuchados como una proclamación. El salmista que declara que la creación proclama la obra de Dios, también sabe que el libro de la Escritura revive perfectamente el alma, hace sabia a las personas sencillas, alegra el corazón e ilumina los ojos. (Salmo 19:7- 8) El libro de la creación y el libro de la Escritura están destinados a ser "leídos" uno junto al otro.

Debemos tener cuidado de no confundir los dos libros, ni de difuminar las líneas entre la razón y la revelación. Pero lo que "oímos" de la creación es más que una metáfora extraída de nuestra comprensión de la ecología y de la ciencia del clima. Es algo más que las ciencias biológicas y físicas que han configurado el diálogo entre la teología y las ciencias naturales desde la revolución científica. En su encíclica sobre Fe y Razón, el Papa Juan Pablo II reconoció que, si bien Cristo es el corazón de la revelación de Dios, la creación fue la primera etapa de esa revelación. Las armonías que surgen cuando contemplamos los libros de la creación y la Escritura forman nuestra cosmología sobre quiénes somos, dónde estamos y cómo estamos llamados y llamadas a vivir en relaciones armoniosas con Dios y con nuestras co-creaturas.

La contemplación nos abre a muchos modos de escuchar el libro de la creación. El Salmo 19 dice que las criaturas nos hablan del Creador. Tanto el equilibrio armónico de las ecologías biodiversas como los gritos de sufrimiento de la creación son ecos de lo divino porque todas las criaturas tienen el mismo origen y el mismo final en Dios.

Escuchar las voces de nuestras co-creaturas es como percibir la verdad, la bondad o la belleza a través de la vida de una persona amiga y de un familiar. Aprender a escuchar estas voces nos ayuda a tomar conciencia de la Trinidad, en la que la creación vive, se mueve y tiene su ser. Jürgen Moltmann pide "un discernimiento del Dios presente en la creación, que a través de su Espíritu Santo puede llevar a las personas a la reconciliación y la paz con la naturaleza".

La tradición cristiana nos ayuda a aprender a escuchar el libro de la creación. La espiritualidad cristiana está llena de prácticas que mueven nuestro cuerpo a la contemplación en las palabras y en el silencio. Cultivar una espiritualidad de la escucha activa nos ayuda a discernir las voces de Dios y de nuestro prójimo/a entre el ruido de las narrativas destructivas. La contemplación nos hace pasar de la desesperación a la esperanza, de la ansiedad a la acción.

Durante el Tiempo de la Creación, nuestra oración y nuestra acción común pueden ayudarnos a escuchar las voces silenciadas. En la oración nos lamentamos por las personas, comunidades, especies y ecosistemas que se han perdido, y por quienes ven amenazados sus medios de subsistencia por causa de la pérdida de su hábitat y del cambio climático. En la oración nos enfocamos en el grito de la Tierra y en el grito de las personas pobres. Las comunidades de culto pueden amplificar las voces de la juventud, de los y las indígenas, de las mujeres y de las comunidades afectadas que no son escuchadas en la sociedad.

Escuchar la voz de la creación ofrece a quienes integran la familia cristiana un valioso punto de entrada para el diálogo y para la práctica interconfesional e interdisciplinar. Las personas cristianas recorren un camino compartido como aquellas que poseen diferentes tipos de conocimiento y sabiduría en todas las culturas y sectores de la vida. Al escuchar la voz de toda la creación, los seres humanos nos unimos en nuestra vocación de cuidar nuestra casa común (oikos).

Oración

Por tu Santa Sabiduría hiciste que la Tierra produjera una diversidad de criaturas que te alaban con todo su ser. Llamaste a los seres humanos a cultivar y mantener tu jardín. Nos pusiste en relaciones armoniosas con cada criatura para que pudiéramos escuchar sus voces y aprender a salvaguardar las condiciones para la vida. Pero solo miramos nuestro ombligo.

Cerramos nuestros oídos a los consejos de quienes comparten la vida con nosotros/as. No escuchamos los gritos de las personas pobres ni las necesidades de las más vulnerables. Silenciamos las voces de quienes mantienen las tradiciones que nos enseñan a cuidar la Tierra. Cerramos nuestros oídos a tu Palabra creadora, reconciliadora y sustentadora que nos desafía desde las Escrituras.

Lamentamos la pérdida de nuestras especies hermanas y de sus hábitats, que nunca volverán a hablar. Lamentamos la pérdida de culturas humanas, junto con las vidas y los medios de vida que han sido desplazados o han desaparecido. La creación grita mientras los bosques crujen y los animales huyen del fuego de la injusticia que hemos encendido por nuestra falta de voluntad de escuchar. Danos corazones para escuchar la buena noticia de tu promesa de renovar la faz de la Tierra. Llénanos de esperanza para apagar el fuego de la injusticia.

2022 Logotipo del Tiempo de la Creación: La Zarza Ardiente

"He oído el clamor...he visto la aflicción...¡Ven, ahora! Te enviaré...Estaré contigo" (Ex 3,1-12)

La zarza ardiente es el símbolo del Tiempo de la Creación. Hoy en día, la prevalencia de incendios no naturales es un signo de los efectos devastadores que el cambio climático tiene sobre los sectores más vulnerables de nuestro planeta. La codicia humana, la desertificación y el mal uso de la tierra provocan la desintegración de los ecosistemas, la destrucción de los hábitats y la pérdida de medios de vida y especies a un ritmo alarmante. La creación grita mientras los bosques crujen, los animales huyen y las personas se ven obligadas a emigrar por el fuego de la injusticia que hemos provocado.

Por el contrario, el fuego que llamó a Moisés mientras cuidaba el rebaño en el monte Horeb no consumió ni destruyó la zarza. Era una llama del Espíritu que revelaba la presencia vital de Dios. Este fuego sagrado afirmaba que Dios escuchaba los gritos de todas las personas que sufrían, y prometía estar con nosotros y nosotras si seguíamos con fidelidad todo proceso de liberación de la injusticia. Durante el Tiempo de la Creación, este símbolo nos llama a escuchar la voz de la creación, y a responder a ella fielmente.

A Moisés se le dijo que se quitara las sandalias, porque estaba pisando tierra sagrada en presencia de Dios. Que este símbolo nos mueva a quitarnos las "sandalias" de nuestros estilos de vida insostenibles que nos desconectan de la creación y de nuestro Creador, a contemplar nuestra conexión con la tierra sagrada donde vivimos y a escuchar la voz de la creación.

Ideas para celebrar el Tiempo de la creación

El Tiempo de la Creación es un momento para renovar nuestra relación con nuestro Creador y con toda la creación a partir de la celebración, el diálogo y el compromiso. Es una estación ecuménica anual en la que oramos y actuamos conjuntamente como familia cristiana por nuestra casa común. Hay muchas formas diferentes de celebrar la estación. Haga cambios sostenibles en su estilo de vida a nivel personal

El Tiempo de la Creación ofrece una oportunidad maravillosa para reflexionar sobre cómo nuestros estilos de vida afectan al medio ambiente y para comprometernos con formas de vida más sostenibles. La buena noticia es que hacer elecciones de estilos de vida más sostenibles en solo unas pocas áreas, suma a una gran diferencia en lo general. Como dice el refrán, "Vivamos simplemente para que otros y otras puedan simplemente vivir". Vivir con sencillez es una forma de garantizar que nuestro planeta sea verdaderamente un hogar para todos y todas.

Incidencia: Participe en las campañas que reclaman la restauración ecológica

Nuestro tema de este año se centra en escuchar las voces que no son escuchadas. Entre ellas están las mujeres y las niñas, los pueblos indígenas, las personas migrantes, la juventud, las personas económicamente marginadas y las personas que sufren el racismo sistémico. Estas son las diversas voces de quienes menos tienen, ya sea que vivan en países desarrollados o emergentes. Muchas personas y organizaciones ya están respondiendo a las catástrofes relacionadas con el cambio climático y con la pérdida de biodiversidad. Son las que menos han contribuido a la crisis climática y, sin embargo, son aquellas que más sufren las injusticias climáticas, como el racismo ambiental y la injusticia de género.

Tienen voz y la han levantado, pero lo que han dicho no ha derivado en una acción suficiente a nivel global. Nuestro desafío es amplificar sus voces a través de la incidencia política. La incidencia política basada en pruebas busca influir en las personas poderosas responsables de la toma de decisiones para que aborden las causas profundas de la injusticia, cumplan los derechos humanos y promuevan el bienestar de todas las personas. Las pruebas incluyen lo que las partes afectadas tienen que decir, sus experiencias y sus soluciones.

La incidencia no significa hablar en nombre de alguien, sino más bien elevar lo que ya han dicho y asegurarse de que sean escuchadas por quienes tienen el poder. La incidencia política puede ser una manera muy potente de amplificar las voces de aquellas personas que con demasiada frecuencia son silenciadas o ignoradas, una manera de mostrar solidaridad y una forma de vivir nuestra fe. La incidencia por los derechos comienza con la escucha atenta y el diálogo, pasa por la reflexión contemplativa y conduce a la acción.

Durante este otoño (en el norte) están previstos dos importantes acontecimientos globales. Ambos pueden beneficiarse de los conocimientos y de las soluciones de las comunidades marginadas, aquellas cuyas voces no se escuchan. Ambos eventos pueden marcar una gran diferencia en sus vidas.

COP27: Cambio climático. En la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático se deciden importantes políticas. En ella, el mundo se reúne para hacer promesas vinculantes sobre cómo disminuir el cambio climático y apoyar a los países y a las comunidades más vulnerables mientras sufren el impacto de un clima cambiante. La COP27 se celebra en Egipto del 7 al 18 de noviembre.

COP15: Biodiversidad. La decimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP15) se celebrará en Kunming, China, a finales de 2022. Es hora de escuchar y amplificar lo que dicen los pueblos indígenas, las mujeres y las niñas, las personas migrantes, la juventud y la Tierra sobre sus experiencias con la biodiversidad. El mundo debe escuchar los conocimientos de estas comunidades para encontrar soluciones a los impactos del cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.

Qué podemos hacer

Escuchar. Escucha los mensajes producidos o protagonizados por personas de comunidades marginadas.

Reflejar. Participe en una reflexión contemplativa sobre lo que han dicho las comunidades marginadas. Algunos grupos se reunieron con regularidad para orar y para meditar de forma virtual antes de la COP26; al conocerse entre sí, algunas personas se volvieron activas en acciones más locales.

Actuar. Participa en actividades relacionadas con lo que has escuchado y contemplado. Puede ser un compromiso personal para reducir las emisiones; puede ser amplificar las voces silenciadas de los sectores marginados a nivel nacional o global. Únase a un grupo activo en estas cuestiones, ya sea a nivel local, regional o global.

Recursos: ver Guia
https://seasonofcreation.org/wp-content/uploads/2022/07/SOC-2022-Guia-de-Celebracion-Final-es.pdf