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EL «DERECHO A LA VIDA», COMO VALOR EUROPEO

La "guerra civil" de tipo cultural y civilizatorio continúa en Europa. Veamos señores de la UE:

¿Matar a seres humanos inocentes e indefensos es un valor europeo?¿ Acaso el derecho a la vida de todo miembro de la familia humana no es uno de los vectores axiales y uno de los grandes hitos de nuestro acervo cultural?

Si el «derecho a la vida» no es un valor europeo, ¿a quién representa la UE?

Hacia la superación de la lógica imperante en la que hemos sido “domesticados” y “ahormados” por el actual “sistema”.

Esa es la "lógica" ante la que hay que realmente indignarse (por "indignante") y contra la que hay que luchar para transformar.

La "guerra civil" de tipo cultural y civilizatorio continúa en Europa. ¿Cuáles son los "valores" que han fundamentado la civilización occidental y que deben continuar sosteniendo el baluarte de la cultura europea?¿Acaso el derecho a la vida de todo miembro de la familia humana no es uno de los vectores axiales y uno de los hitos de nuestro acervo cultural?¿Cuál es la nueva "lógica" que desde determinadas instancias de poder se pretende "dictar" e "imponer" al conjunto de los ciudadanos? ¿Los ciudadanos de bien vamos a sucumbir ante esas "siniestras lógicas" (verdadera "regresión cultural" en términos civilizatorios) y vamos a permitir que en nombre de una mal entendida "modernidad" se traspasen determinadas líneas rojas?

Hace un año que en España, en contra de una gran parte de la población, entró en vigor la nueva ley del aborto. Y desde el poder nos lo quisieron "vender" como el gran "progreso". La izquierda no se pone a la cabeza de la manifestación en defensa del derecho a la vida, cuando de miembros de la familia humana en fase de gestación se trata, por prejuicios ideológicos (cada vez neutralizados con mayor contundencia por las evidencias científicas) y porque le reportan más interés los votos de quienes, engañados, prefieren optar por el camino de la “barbarie” más que por el de la “civilización” humanizante. Justicia, reconocimiento de la dignidad humana a quienes se hallan todavía en proceso de gestación, respeto al más primordial de los derechos humanos: el derecho a la vida y apoyo a la madre en extrema necesidad o defensa del liberticidio a ultranza?

No se trata de coartar la libertad de nadie, sino de ayudar a comprender con argumentos la aberración humana que supone, ante un embarazo inesperado, anteponer los intereses particulares, siguiendo la lógica imperante en la que hemos sido “domesticados” por el actual “sistema”, a los valores auténticamente progresistas que sostiene la “cultura de la vida”. Esa es la "lógica" ante la que hay que realmente indignarse (por "indignante") y contra la que hay que luchar para transformar.

Las políticas  auténticamente “progresistas" no van encaminadas a enrocarse en la defensa a ultranza y engañosa de la “libertad” de la mujer sin más, sino orientadas a la defensa del más débil: el hijo por nacer y la madre necesitada. Por ello, ante cualquier situación de extrema necesidad en la que pueda encontrarse una mujer, el apoyo efectivo e integral de toda la sociedad a través de ayudas institucionales (que en definitiva son dinero de todos y cada uno de nosotros; mi dinero sí quiero que se invierta en ese tipo de fines y no para subvencionar actividades de ideología de género de muy dudosa efieciencia social o alimentar el apetito de otras “alimañas” en liza) para que en semejante tesitura la mujer necesitada pueda ejercer libremente su decisión teniendo ante si las diversas alternativas posibles, sin trampas sutiles ni presionada por condicionamientos coyunturales. Políticas de fomento de la natalidad, apoyo a la maternidad y protección de la familia es lo que se necesita en Europa. Eso es lo que reclamamos.

La mal llamada “interrupción voluntaria del embarazo” en España y en el resto del mundo no existe, es una falacia, un ejemplo más de enmascaramiento de la realidad a través de la manipulación del lenguaje, puesto que ni es “interrupción” (resulta ya imposible volver atrás)  ni “voluntaria”, sucumbiendo demasiado a menudo inconscientemente a las presiones de condicionantes que nos atenazan. Siempre hay un condicionamiento, cuando no una coacción, por la que la mujer se ve abocada a participar en la muerte de su hijo, es decir a abortar.

Desde cuando promocionar políticas para que las madres en extrema necesidad acaben con la vida de sus hijos es un valor europeo en vez de implementar políticas a favor de la vida de todo ser humano para que ninguna madre se vea abocada al aborto?

Eso sí debería ser reconocido en pleno s. XXI como un derecho adquirido por toda madre, y más en el seno de una sociedad que se encuentra sumida en un profundo "invierno demográfico", y no  lo contrario, es decir, presentar, vender, imponer a la opinión pública europea la falacia, muy de los tiempos modernos pero aberrante humanamente, que acabar con la vida de un ser humano, indefenso y en gestación, es algo positivo, un valor a fomentar y un derecho a defender.

Eso sí es un antivalor señores de la Unión Europea... no propio de auténticos y cabales dirigentes cuyo verdadero horizonte debería estar presidido por la promoción y el fomento del bien común y no convertirse en simples gestores desnortados de un supuesto "bienestar “ material de dudosa consistencia.

1. MANIFIESTO EN EL PRIMER ANIVERSARIO LEY ABORTO

Ante el primer aniversario de la entrada en vigor de la “ley de aborto libre” y el trámite parlamentario de una “ley de muerte digna”, la plataforma Derecho a Vivir quiere denunciar que:

- La actual ley del aborto atenta aún más si cabe que la anterior contra el derecho a la vida del hijo concebido, ya que convierte el aborto en un derecho.

- Esta ley permite que a la mujer se le esconda información sobre lo que de verdad supone el aborto y sobre las nefastas consecuencias que puede tener el acabar con la vida del hijo que lleva dentro.

- El sistema de plazos introduce un nuevo coladero que está permitiendo que los centros abortistas incumplan la ley, cambiando los datos relativos a la edad del feto al que se pretende eliminar

- A día de hoy, y desde la entrada en vigor de la ley, el gobierno no ha implementado ni una sola medida de ayuda y acompañamiento a la mujer embarazada en situación de riesgo social.

- El gobierno sigue sin fomentar la creación de un plan de adopción nacional, para que las mujeres que no deseen tener a sus hijos puedan recurrir a otras alternativas que no sean la de acabar con la vida de su hijo.

- Los centros y asociaciones que ayudan a madres embarazadas y a sus hijos siguen sin recibir ninguna ayuda económica por parte del gobierno, mientras los centros abortistas siguen aumentando sus ingresos a costa de la vida de los hijos y del dolor de sus madres.

- Después de un año de presentación del recurso de inconstitucionalidad, el Tribunal Constitucional sigue sin pronunciarse sobre una ley que, según su doctrina, atenta contra el derecho a la vida del nasciturus

- Además, la llamada “ley de muerte digna” abre la puerta a la eutanasia y suprime la autonomía del médico para cuidar de sus pacientes conforme a su ciencia y su conciencia.

Por todo ello, y ante el triste aniversario que hoy conmemoramos pedimos a los partidos y los poderes públicos que:

1- Se derogue la actual ley del aborto que contempla como un derecho la muerte cruel y violenta de un ser humano.

2- Se promuevan leyes que protejan la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

3- Se elabore un plan nacional eficaz que permita que las mujeres que no quieran tener a sus hijos puedan darlos en adopción.

4- Se persiga el fraude de ley que se comete en los centros abortistas, evitando el enriquecimiento de unos cuantos costa de la muerte de inocentes.

5- Sea respetada la doctrina del Tribunal Constitucional que, en su sentencia de 1985 afirma que la vida del nasciturus es un bien jurídico que el Estado ha de proteger.

6- Se rechace la llamada “ley de muerte digna” y se apueste de manera decisiva por un Plan Nacional de Cuidados Paliativos, absolutamente necesario para atender como se merece a los pacientes crónicos y terminales.

 

2. EL «DERECHO A LA VIDA», COMO VALOR EUROPEO

“Hadd Éljek!” Estas dos palabras húngaras, en español “¡Déjame vivir!”, han desatado las iras de la Unión Europea. Y todo porque el gobierno húngaro ha puesto en marcha una campaña para reivindicar el primero de los derechos humanos con fondos del programa “Progreso” de la UE. La Comisaria europea de Justicia, la luxemburguesa Viviane Reding, ha afirmado que la campaña húngara “va en contra de los valores europeos”.

Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea, dice que las iniciativas provida del Gobierno de Hungría “no representan los valores de Europa”. Dile a la comisaria que ella no te representa a ti.

REDACCIÓN HO.- La Comisión Europea vuelve a dar la nota. Esta carísima burocracia, que nadie ha elegido en unas elecciones y es pagada por todos los europeos, actúa en la práctica como un portavoz del discurso abortista. 

Una campaña institucional del Gobierno de Hungría para promover la protección del derecho a la vida del no nacido ha suscitado la queja de la vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding, que ha amenazado a Hungría con cancelar los fondos del programa Progress utilizados para esta iniciativa.

La comisaria Reding, luxemburguesa, miembro del Partido Popular Europeo, sostiene que una campaña a favor del derecho a la vida “no representa los valores de Europa”. ¿Cuáles son, entonces, los valores de Europa? ¿Tal vez el derecho a quitar la vida a un ser humano indefenso?

  • Dile a Viviane Reding que ella no representa tus valores
  • Déjame vivirEl Ministerio de Familia y Juventud del Gobierno de Hungría ha difundido una campaña institucional para promover la protección del derecho a la vida y la adopción de niños.

    Los anuncios pueden verse estos días en vallas publicitarias y estaciones de metro de Budapest.  En ellos, aparece la silueta de un bebé en el seno materno, junto a la que se lee: “Entiendo que no estés preparada para tenerme, pero prefiero que me des en adopción. ¡Déjame vivir!”

    Esta campaña ha disgustado a la comisaria de Justicia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding. “La campaña no representa los valores de Europa”, ha manifestado en un mensaje típicamente arrogante de quien se considera el intérprete autorizado de la tradición europea y trata a los demás con displicencia.

    La comisaria Viviane Reding no ha sido elegida por los ciudadanos para el cargo que desempeña. Ha sido puesta ahí a dedo por otros políticos. Difícilmente puede presumir de representar los valores de ningún europeo.

    Viviane Reding ha recordado al Gobierno de Hungría que la campaña se financia, en parte, con fondos del programa Progress y ha amenazado con retirarlos si el Ministerio húngaro de Familia no cancela la campaña.

    El ministro húngaro, Miklos Soltesz, ha explicado que el propósito de la campaña es “concienciar sobre el valor de la vida humana, pero no prohibir el aborto, que sigue siendo legal en Hungría hasta la semana 12 de gestación”. “La sociedad húngara no está preparada para la prohibición del aborto, a diferencia, por ejemplo, de Polonia. Por eso, queremos insistir en la importancia de la vida humana”, dijo el ministro.

    Hungría acaba de aprobar una nueva Constitución que entrará en vigor el próximo 1 de enero. La nueva Carta protege el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural de la persona.

    ¿Qué es lo que molesta tanto a la comisaria Viviane Reding? ¿Por qué una campaña que destaca el derecho a la vida no representa los valores europeos? ¿Desde cuándo esos valores se identifican con la práctica de quitar la vida a seres humanos indefensos?

    Fuente: www,hazteoir.org

    Ver: ¡Viva Hungría! Una constitución no políticamente correcta

     

    3. ¿Por qué no quieren ayudar a la mujer?

    PSOE y BNG presumen de defender los derechos sociales, ¿de quienes? Porque los de todas las mujeres es evidente que no.

    Sus políticas generan la muerte humana y la muerte moral de los ciudadanos, confundiendo maternidad con matanza.

    Optan por la supresión violenta del embarazo, desentendiéndose del sufrimiento que estas mujeres tendrán que arrastrar el resto de sus vidas, por culpa del aborto.

    Lo “regresivo” es dejar a la mujer en pleno siglo XXI indefensa y desamparada.

    Intervencionista es que desde las administraciones públicas y sociales se presione, no informando, ni dejando a la mujer tiempo suficiente para que se informe y piense lo que realmente quiere ante un embarazo inesperado.

    Soy una mujer víctima del aborto que está harta de esa progresía machista, arcaica, que no tiene argumentos para defender los postulados de la cultura de la muerte. Las mujeres necesitamos “el apoyo de la pareja, la comprensión de la familia y las ayudas de las administraciones públicas”.

    Esperanza Puente,
    víctima del aborto

    El pasado 25 de mayo se defendió en la Xunta Gallega la ley de Familias por el grupo parlamentario Popular, y fue criticado por el PSOE Y el BNG con argumentos falaces, retrógrados, y con un afán desmedido por que mueran gallegos/as de la manera más impune, horrible, demoledora y cobarde que existe: el aborto. Ni siquiera es comparable a la pena de muerte que se practica por desgracia en muchos pises del planeta.

    ¿A que tienen miedo, la Sra Beatriz Sestayo y el Sñr Carlos Aymerich? Sus políticas generan la muerte humana y la muerte moral de los ciudadanos, confundiendo maternidad con matanza. Las mujeres que no quieren ser madres no se quedan embarazadas, y las que se quedan embarazadas inesperadamente, MERECEN Y TIENEN DERECHO a ser informadas completa y verazmente de todas las alternativas existentes. ¿En que clase de libertad y de democracia creen estos señores/as del PSOE y BNG?

    ¿Por qué ese afán desenfrenado por apoyar el negocio del aborto indiscriminado? Según cifras oficiales el 95% de los abortos que se cometen en España -incluida Galicia-, se practican en centros privados sin ningún tipo de control administrativo o económico por parte de las administraciones públicas.

    Dicen que esta ley boicotea normas estatales. ¿Acaso estas normas estatales, como la del aborto se preocupan de ayudar psicológica, médica, laboral y materialmente a una mujer con un embarazo inesperado? Si hacemos referencia a la ley de igualdad, me gustaría que estos defensores de derechos antidemocráticos, me explicaran donde está la libertad y la igualdad de una mujer ante un embarazo inesperado: ¿cuando el hombre que la ha embarazado, la amenaza con: “O ABORTAS O TE DEJO”?, ¿cuando los padres amenazan a sus hijas menores de 20 años que dependen de ellos con: “O ABORTAS O A LA CALLE”?, ¿cuando a una mujer trabajadora la amenazan con: “O ABORTAS O TE DESPIDO”?, ¿cuando en algún centro donde se practican abortos, después que la mujer ha firmado el consentimiento informado y en la mesa donde le van hacer el aborto se arrepiente, “LA SEDAN Y LA PRACTICAN EL ABORTO EN CONTRA DE SU VOLUNTAD”?.

    En ninguno de estos momentos la “interrupción voluntaria del embarazo” en España y en el resto del mundo no existe. Siempre hay un condicionamiento, cuando no una coacción, por la que la mujer se ve abocada a participar en la muerte de su hijo, es decir a abortar.

    Para colmo, después de abocarlas, -con esas normas estatales tan progres al aborto-, es decir a la supresión violenta del embarazo, se desentienden por completo del sufrimiento que estas mujeres tendrán que arrastrar el resto de sus vidas, por culpa del aborto.

    La Sra Sestayo, tacha el proyecto legislativo a debate de “regresivo” y “peligroso”.Regresivo es dejar a la mujer en pleno siglo XXI indefensa y desamparada ante la más absoluta liberación del hombre, que con las normas estatales progres, o bien le inhibe del 50% de su responsabilidad, o bien lo discrimina y lo desampara con respecto a su paternidad. ¿Igualdad, dónde?

    El Sñr Aymerich acusa de “intervencionista” este proyecto ironizando con que “no se metan en la cama de los gallegos”. Intervencionista es que desde las administraciones públicas y sociales se presione, no informando, ni dejando a la mujer tiempo suficiente para que se informe y piense lo que realmente quiere ante un embarazo inesperado. Lo que no queremos las mujeres es que se enriquezcan a costa de la sangre de nuestros hijos inesperados y de nuestro sufrimiento condenado al silencio y la soledad.

    Enhorabuena a la Consellería de Trabajo y Bienestar de la Xunta de Galicia, soy una mujer victima del aborto que está harta de esta progresía machista, arcaica, que no tiene argumentos para defender los postulados de la cultura de la muerte. Las mujeres necesitamos “el apoyo de la pareja, la comprensión de la familia y las ayudas de las administraciones públicas”.

    Fuente: www.analisisdigital.com


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